Es de suma importancia conocer nuestra piel y el tipo de cuidados y productos que debemos utilizar para darle el tratamiento adecuado
Por: Marcela Islas
La piel produce sebo, una sustancia grasosa cuya función es mantenerla pura e hidratada y en exceso puede provocar la obstrucción de poros y acné, entre otras cosas. En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber para cuidar tu rostro y que brille de forma sana y radiante.
Antes que nada, lo primero que tienes que saber es cómo es tu piel y, cuando lo tengas claro, darle los cuidados que necesita y merece. Dicho esto, es importante remarcar la diferencia entre las cremas humectantes e hidratantes.
La primera es a base de aceite y ayuda a mantener la piel seca además de crear una barrera natural para el maquillaje. Las cremas humectantes, sin embargo, están compuestas a base de agua y ayudan a reponer los aceites naturales de la piel otorgándole brillo y suavidad.
5 CONSEJOS PARA EVITAR LA PIEL GRASOSA Y MEJORAR EL BRILLO EN LA CARA
- Lavar el rostro dos veces al día con un limpiador facial suave. Esto eliminará el exceso de aceite que obstruye tus poros.
- Aplicar un tonificador. Esto ayudará para cerrar los poros y eliminar el aceite. Hay muchos tipos de tonificador. Es preferible un tonificador astringente o uno refrescante para combatir la piel grasa.
- Utilizar cremas y/o bloqueadores solares sin aceite. Es importante leer con cuidado los ingredientes de cualquier producto que elijas. Se recomienda utilizar cremas antiarrugas, las cuales ayudan a prevenir la piel grasa y brinda múlltiples beneficios. Un extra sería que también proteja contra los rayos UVA/UVB, para evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
- Usar cosméticos a base de agua. Es recomendable quitar todo el maquillaje siempre antes de dormir, ya que los residuos se asientan en los poros y los obstruyen si no son removidos por completo. Nunca se debe aplicar maquillaje adicional sin una profunda limpieza previa.
- Mantener una dieta saludable. Es importante consumir alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega 3, evitando grasas saturadas y productos con alto contenido de azúcar. Además, realizar actividad física proporciona una variedad de beneficios para la piel, incluyendo la prevención de la acumulación de aceite y una buena recirculación de líquidos en todo el organismo.
Ser conscientes del estado de nuestra piel resulta clave para identificar los productos que nos beneficien a la hora de darnos el cuidado ideal, aportando así la hidratación y el equilibrio justo para disfrutar de una piel sana y radiante. Es importante registrar diariamente al comenzar el día y antes de dormir el estado de nuestro rostro.