En los últimos años, el microblading de cejas se ha consolidado como una de las técnicas estéticas más populares para lograr cejas definidas, pobladas y con apariencia natural, sin embargo, puede representar algunos riesgos.
Este procedimiento semipermanente ha revolucionado el mundo del maquillaje al ofrecer una solución duradera para quienes buscan una forma más simétrica y estilizada, especialmente en casos de cejas escasas o despobladas.
¿QUÉ ES EL MICROBLANDING DE CEJAS?
El microblading consiste en una técnica manual de tatuaje en la que se utilizan agujas ultrafinas, dispuestas en forma de cuchilla, para realizar pequeños cortes superficiales en la piel e introducir pigmentos que simulan vellos naturales.
A diferencia del tatuaje convencional, este procedimiento permite un mayor control sobre la forma, dirección y densidad de los trazos, logrando un acabado mucho más realista. Los pigmentos utilizados no son permanentes y suelen desvanecerse entre uno y tres años, dependiendo del tipo de piel, exposición solar y cuidados posteriores.
El auge del microblading responde a la tendencia creciente por lucir cejas perfectamente diseñadas sin tener que maquillarlas a diario. Su popularidad explotó gracias a influencers, celebridades y redes sociales, que mostraron sus transformaciones con resultados sorprendentes y, en muchos casos, favorecedores.
3 RIESGOS DEL MICROBLANDING DE CEJAS
Sin embargo, como todo procedimiento estético, el microblading no está exento de riesgos. Algunos de los principales peligros que se deben tener en cuenta son:
- Reacciones alérgicas. Algunas personas pueden presentar sensibilidad a los pigmentos, generando enrojecimiento, picazón o irritación.
- Infecciones. Si no se respetan estrictas normas de higiene, hay riesgo de infecciones cutáneas debido al contacto con instrumentos contaminados o mal esterilizados.
- Problemas de forma o simetría. En manos inexpertas, el diseño de las cejas puede no coincidir con las expectativas del cliente, dejando resultados poco favorecedores o difíciles de corregir.
Otros efectos secundarios posibles incluyen cambios en el color con el tiempo, cicatrices por mala cicatrización, hiperpigmentación y complicaciones en caso de querer eliminar el pigmento posteriormente. Por esta razón, es fundamental acudir a un profesional certificado y experimentado, que trabaje bajo normas de seguridad e higiene estrictas.

Como alternativa más accesible y sin compromiso, muchas personas optan por el clásico lápiz de cejas, que permite definir, rellenar y corregir en casa, con resultados inmediatos y reversibles.
En definitiva, el microblading puede ser una gran opción para mejorar la apariencia de tus cejas, siempre que se tomen las precauciones adecuadas y se elija con responsabilidad al especialista. Porque cuando se trata del rostro, lo último que se quiere es un error difícil de borrar.