Esta receta de frijoles es la favorita de los norteños de México ¿La conocías?

Esta preparación es muy popular en Sonora y Sinaloa, donde se sirve como guarnición principal, base para burritos o solos en una tortilla de harina

Esta receta de frijoles es la favorita de los norteños de México ¿La conocías?

En el corazón gastronómico del noroeste de México, entre los aromas del trigo, la carne asada y las tortillas de harina recién hechas, habita un platillo que resume la calidez y contundencia de la cocina sonorense y sinaloense: los frijoles puercos.

Esta receta tradicional, profundamente enraizada en la identidad culinaria del norte, no es solo comida: es patrimonio emocional. Un acompañamiento infalible en fiestas, parrilladas y comidas familiares.

El nombre "puercos" no es gratuito: estos frijoles son ricos, mantecosos y cargados de sabor, gracias a la abundancia de ingredientes como el chorizo de cerdo, la manteca y el queso Chihuahua.

Pero no hay que dejarse engañar por lo sencillo de su presentación. Su preparación es una danza cuidadosa entre fuego lento, ingredientes bien elegidos y muchas, muchas vueltas con la pala.

Son especialmente populares en Sonora y Sinaloa, donde se sirven como guarnición principal, base para burritos o simplemente con una tortilla de harina hecha a mano, porque, como dirían allá: "todo sabe mejor en tortilla de harina".

Su textura cremosa, resultado de licuar los frijoles hasta obtener una consistencia sedosa, los convierte en un manjar que fácilmente se roba el protagonismo en cualquier mesa.

RECETA TRADICIONAL DE FRIJOLES PUERCOS (RINDE 8-12 PORCIONES)

INGREDIENTES

  • 800 g de frijoles Mayocoba (peruanos)
  • 450 g de queso Chihuahua en cubos pequeños
  • 255 g de chorizo de cerdo
  • 200 g de manteca de cerdo
  • 396 g de salsa ranchera (2 latas)
  • Sal al gusto

PREPARACIÓN

  1. Hervir los frijoles hasta que estén muy suaves. Puedes remojarlos antes para acelerar el proceso. No uses ajo ni cebolla, aquí el sabor lo aportan los ingredientes que vienen.
  2. Cocinar el chorizo en una sartén hasta que esté casi hecho. Evitar la longaniza, que tiene una textura más suelta y menos agradable para esta preparación.
  3. Licuar los frijoles ya cocidos en varias tandas si es necesario, agregando solo un poco del agua caliente si hace falta, buscando una textura espesa, no líquida.
  4. Derretir la manteca de cerdo en una olla grande a fuego bajo y agregar los frijoles licuados y mezcla con la salsa ranchera.
  5. Incorporar el chorizo y mezcla bien. Luego, añadir el queso y sigue revolviendo constantemente hasta que se derrita por completo. Ajustar la sal al final.

Lo mejor de esta receta es que se puede preparar con antelación y guardar para los días siguientes; incluso mejora su sabor al recalentarse. Pero ten cuidado: una vez los pruebes, no habrá vuelta atrás. Son adictivos, reconfortantes y, como buenos frijoles del norte, piden tortilla de harina o no se comen.