Desde que ingresó a la instancia judicial en 2018, contó la mujer de 40 año que sus superiores hacen diferencia entre ella y el resto de sus compañeros varones, permitiéndoles a estos últimos permisos los fines de semana, salidas más temprano de sus ocupaciones y faltas a sus días de trabajos, a cambio de sobornos a lo jefes.
"A cambio daban algo, algún dinero, algún regalo, a lo mejor una botella de whisky, Buchana al jefe, entonces yo decía porque si yo pido un permiso no se me da, y ya después me dijeron que le tenían que dar algo, pero el jefe no pide Bucanas a las mujeres, les pide otra cosa, así que yo no tenía el privilegio de permisos especiales, de faltar por alguna razón, eso era para mí el acoso".
La presión por el trato diferenciado le hacía pensar en presentar la renuncia, sin embargo, familiares y compañeros la animaban a que siguiera con su empleo, pues cuando se llegó el cambio de administración estatal en 2015, tenía la esperanza de que las cosas cambiara pero no sucedió por el contrario, dijo, el acoso se agravó aún más.
"Muchas veces yo quise renunciar pero mis compañeros me decían que no, me ponían el turno de la tarde o la noche sin ayudante, estaba yo sola para que yo hiciera sola y con el tiempo caí en un estrés laboral, entonces me empezaron a incapacitar".
"Cuando entró la gobernadora yo pensé que iba a ser diferente porque iba haber mujeres pero no fue así, fue peor".
En julio de 2018 a Violeta le cerraron las puertas de su oficina en servicios periciales, y al no presentarse a trabajar le enviaron tres días después la carta de despido justificado.
Entre el miedo y la desesperación por no encontrar una salida, optó por recurrir a la Red Feminista Sonorense, donde la asesoraron y acompañaron para que presentara la demanda laboral por acoso.
"Un año antes de que me pidieran mi renuncia me estaban acusando de violencia, que yo me ponía histérica, que ofendía a la gente, que me robaba cosas de anfiteatro pero yo siempre seguí el proceso normal legal".
La integridad de la doctora quedó totalmente vulnerada cuando con engaños la citaron en Hermosillo donde fue amagada por cuatro hombres para que firmara la renuncia.
"Me citaron en Hermosillo diciéndome que yo iba a tomar un curso de Feminicidios y yo iba sola cuando me citaron en un lugar y estaban cuatro hombres ellos me dijeron que ya no me necesitaban y que firmara la renuncia".
A un año y medio de haber presentado la demanda, el proceso continúa corriendo, señaló, y los avances legales obtenidos fueron el despido de su jefe inmediato dentro del área forense dela fiscalía en Ciudad Obregón.