Sonora

Tala de árboles va en incremento


La tala ilegal pue­de parecer una historia senci­lla: un hombre malo, sin el permiso de las autoridades o de las comunidades locales, corta árboles para obte­ner grandes ganancias, causando un gran daño a las personas y al am­biente, incluida la fauna y excitando a una sequía extrema.


Muchas personas, en­tre ellas indígenas, agri­cultores tradicionales, autoridades políticas y otros, son contribuyentes a la tala ilegal.

A menudo estos grupos tienen acceso a parcelas pequeñas y, en algunos casos, controlan las tierras colectivas y utilizan herra­mientas artesanales para la extracción y el procesa­miento de la madera, por ejemplo, hachas, serruchos o motosierras.

Spiro Pavlovich, am­bientalista, asegura que el corte ilegal de árboles está más “vivo” que nunca en la región, pues muchas per­sonas e industrias llevan a cabo la práctica, en su mayoría de mangle negro y sahuaro, que es un delito federal, ya que éste ayuda a la producción de especies marinas.

Dijo que, aunque ya ha habido personas encarce­ladas, la actividad sigue vigente, siendo causantes, principalmente, de la se­quía por la que se encuentra pasando el sur de Sonora.

Lamentó que las au­toridades no hagan nada al respecto, pues están acabando con la flora y la fauna natural que existe en el sur de Sonora, pues asegura que sólo una vez la Procuraduría Federal de Protección al Ambien­te de México (Profepa) ha encarcelado a una perso­na por cometer el delito, "pero sólo ha sido esa oca­sión", expresó. “Ahorita la tala de mezquite, álamo, pitahaya y sahuaro se da en la mayoría de las comunidades del sur de Estado, las cuales no tie­nen ningún permiso para cortarlos, ni tampoco lle­van a cabo ningún tipo de reforestación, pero no se hace nada al respecto”.

ÁLAMOS, ZONA NATURAL PROTEGIDA

El Municipio de Ála­mos fue dictaminado en el año 2000 como zona de protección, por lo que existe un inventario de flora y fauna.

En la “Ciudad de los Portales” se mantienen los monitoreos y preven­ción de cuidado y conser­vación de la flora por parte de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, ya que en la región existen especies originarias, co­mo el mezquite, el palo santo, palo chino, colora­do, sahuaro, el árbol que produce el frijol “saltarín” y el chiltepín criollo, que son especies que se da na­turalmente solamente en la sierra de Álamos.

Cabe mencionar que en algunas comunidades se les autorizan permisos de control de explotación de recursos maderables con fines distintos, como madera, carpintería y artesanías, donde tienen un control de qué tantas especies pueden talar, ya que algunas están prohi­bidas.

EN NAVOJOA ESTÁ NORMATIZADA LA TALA DE ÁRBOLES

El encargado de Ecolo­gía Municipal, Cristian Alberto Corral Mendívil, explicó que el departa­mento se encarga de la protección de la flora, ya que en la región existen especies protegidas, las cuales no deben ser tala­das, ni dañar de ninguna manera.

Dijo que las especies protegidas en la región son palo fierro, mauto y mezquite, y al ser corta­dos, la persona puede ser multada por arriba de los 50 salarios mínimos.

Por otra parte, el sur de Sonora es rico en el nacimiento natural del sahuaro y del jito, los cuales se encuentran en peligro de extinción y las consecuencias pueden llegar hasta lo legal.