Granja de Perlas del Mar de Cortez, un sitio obligado por conocer en Sonora ¡no hay otra igual!
La granja es la única que opera en el continente Americano y se encuentra en la Bahía de Bacochibampo
Uno de los tesoros mejor guardados que tiene Guaymas, Sonora es su famosa Granja de Perlas Mar de Cortez, única en el continente Americano.
Enclavada en la Bahía de Bacochibampo en el municipio sonorense de Guaymas, este lugar engloba toda una historia por conocer, pues es precisamente en el Mar de Cortes donde se encuentra y donde se dan las ostras de las especies Pteria sterna y Pinctada mazatlanica, cuyo nácar dan origen a las maravillosas perlas de tonos nacarados, grisáceas hasta llegar a espectaculares tonos morados que ha cautivado a miles de personas en el mundo.
La Granja de Perlas Mar de Cortes es la única que opera en el continente Americano con fines comerciales, luego de que la primera, que se ubicaba en La Paz, Baja California Sur, fuera destruída durante la época de la Revolución, a finales del siglo antepasado.
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Pero muchos años atrás, los relatos de los historiadores dan cuenta a través de sus escritos que al arribar los españoles durante la conquista y encontrarse con los Yaquis, éstos lucían perlas que extraían del Mar de Cortes, al ser excelentes nadadores.
Maravillados por la belleza de la extraordinaria gema, comenzaron la explotación de perlas que se daban de manera natural en la zona hasta llegar a la sobreexplotación.
UN POCO DE HISTORIA RECIENTE
La Granja de Perlas Mar de Cortes inició como un proyecto de tesis durante la década de los noventas a cargo de tres estudiantes universitarios; Douglas McLaurin, Enrique Arizmendi y José Manuel Nava; estudio que fue rechazado por considerar que era una industria propia de japoneses.
Pero un año después los jóvenes no desistieron de su interés en llevar a un siguiente nivel su sueño, por lo que una vez que se asociaron y encontraron financiamiento, iniciaron el proyecto del cultivo de perlas ya con fines comerciales.
El arribar a este lugar es realmente interesante. Personas de prácticamente todo el mundo acuden a los tours que se realizan para conocerla y constatar la belleza de las perlas que ahí se producen.
Y es que, además de ver el resultado final: una hermosísima perla en tornos grisáceos casi morados, ya sea sola o incrustada en un bello diseño realizado en un collar, aretes, dijes o anillos los cuales son exhibidas en una elegante tienda en las instalaciones de la granja, también pueden conocer el proceso que antecedió para lograr tener tan bella joya entre las manos.
UN PROCESO LENTO
El producir una perla en este lugar lleva un tiempo de cuatro años.
Lo que se busca a lo largo de este tiempo es que su proceso sea casi natural, por lo que una vez que la ostra donde crecerá la perla es recolectada y alcanza un buen tamaño, lo cual dura dos años, se le realiza un proceso denominado como implantación, que es la colocación de una especie de granito de arena, donde una vez cerrada la ostra, ésta la recubrirá de manera natural con su nácar hasta alcanzar el tamaño de una perla, proceso que dura otros dos años para proceder a la cosecha.
Para que este proceso se realice casi en condiciones naturales, la granja se encuentra frente al mar en la bahía de Bacochibampo, donde las ostras pasan el proceso sumergidas en las cálidas aguas del Mar de Cortes hasta llegar el tiempo de la cosecha, que es cuando se extrae la preciada gema de la ostra.
En la tienda donde son exhibidas, pueden adquirirse las perlas ya cosechadas solas o incrustada en algún diseño que ahí se muestran y donde participan diseñadores de renombre nacional.
Las perlas se las encuentra en diversos tamaños y formas así como en una amplia variedad de precios, por lo que el atesorar una de estas joyas que duran toda la vida, bien vale la pena hacer el esfuerzo por obtenerla.
Por todo lo anterior, la Granja de Perlas del Mar de Cortez es única, un sitio obligado por conocer, admirar y maravillarse por lo preciado de la naturaleza y las bellezas que puede brindar de manera generosa con el ingenio mexicano, que lejos de desistir, se motivó por alcanzar y cumplir un sueño.
Fotografías: Granja de Perlas del Mar de Cortez