El estado de Sonora continúa atravesando una de las etapas más complicadas en materia hídrica. Los campos secos, la incertidumbre de los productores y la preocupación de miles de familias reflejan la severa sequía que golpea al sur de Sonora.
La escasez de lluvias, que se ha prolongado sin tregua, ha colocado a las presas de la cuenca del Río Yaqui en niveles alarmantes, convirtiéndolas en un claro termómetro de la crisis hídrica que atraviesa la región.
Al corte del lunes 15 de septiembre, el volumen conjunto de los embalses Angostura, Novillo y Oviáchic alcanzó apenas 1,839.6 millones de metros cúbicos (Mm³).
NIVEL DE PRESAS DE LA CUENCA DEL RÍO YAQUI
El más reciente informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con corte al 15 de septiembre, detalla que las presas Angostura, Novillo y Oviáchic los tres principales embalses de la región acumulan en conjunto 1,862.5 millones de metros cúbicos (Mm³), lo que representa apenas el 26.6% de su capacidad total.
Aunque la cifra refleja un aumento de 471.4 Mm³ respecto al mismo periodo de 2024, las autoridades advierten que la situación sigue siendo crítica, pues la ausencia de lluvias significativas y la alta demanda de agua mantienen en riesgo tanto el abasto para consumo humano como la producción agrícola e industrial.
ESTADO DE ACTUAL DE LAS PRESAS DEL RÍO YAQUI
El reporte detalla el estado actual de cada embalse, que se encuentran en niveles de almacenamiento preocupantes:
- Presa Angostura: 261.1 Mm³, equivalente al 34.3% de su capacidad, con un aporte de 41.34 m³/s.
- Presa Novillo: 1,156.2 Mm³, 38.3% de su capacidad, con un aporte de 110.20 m³/s.
- Presa Oviáchic: 445.2 Mm³, apenas el 13.8% de su capacidad, con un aporte de 8.17 m³/s y sin registro de lluvias recientes.
En conjunto, los tres embalses recibieron un aporte de 159.71 m³/s, volumen considerado insuficiente para cubrir las necesidades actuales de la población y las actividades productivas del sur de Sonora.

La crisis hídrica que enfrenta la cuenca del Río Yaqui mantiene en alerta a agricultores, autoridades y comunidades, quienes observan con preocupación el comportamiento del clima en lo que resta del año.