Por: Eduardo Sánchez
La Cuaresma, que inicia a partir del próximo miércoles 6 de marzo con la imposición de ceniza, es una oportunidad para la reflexión, meditación e interiorización que ayude a tener una relación con Dios y con uno mismo, declaró Sergio Hugo Trujillo Durazo.
El párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús dijo que como cada año se invita a la feligresía a retomar el ayuno, la oración y la limosna.
"La Cuaresma es una invitación a la relación con Dios, a la relación con uno mismo y con los demás. Necesitamos orar para poder encontrar este acercamiento”, aseguró.
Destacó que el ayuno es importante porque permite la relación con uno mismo y con los demás.
“La oración me pone en contacto con Dios y la limosna me pone en contacto con el prójimo”, reiteró.
Expuso que un día de ayuno y abstinencia, es hacer una comida fuerte al día y privarse para sentir hambre.
"En una ocasión el Papa Francisco decía que el ayuno para nosotros es como un lujo, pero para mucha gente no, pues no tienen para comer y viven al día”, añadió.
Comentó que la Iglesia define al ayuno como privarse de algo en función de hacer buenas obras y buenas acciones para ayudar al prójimo, dejando de lado el egoísmo.
Trujillo Durazo explicó que la Cuaresma son cuarenta días en que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Con la imposición de ceniza en la frente de las personas, se recuerda que el paso por esta vida terrenal es pasajero y que la vida eterna se encuentra en el cielo.