Doña Rafaela tiene el maravilloso don de la vida
Es una mujer de dos siglos, nacida en Álamos, y que goza de cabal salud y es ejemplo de longevidad
Ojos que proyectan un brillo singular y guardan en su memoria una película histórica que encierra miles de imágenes acumuladas por más de 100 años; cabello teñido de blanco que despierta ternura; manos y piel arrugada que reflejan las marcas del tiempo, es la silueta que dibuja Rafaela Trasviña Sañudo.
La señora representa un ejemplo de longevidad. Tiene 105 años de vida. Nació el 19 de septiembre de 1916 en Álamos, Sonora, y en el presente goza de buena salud.
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Eso se percibe al platicar con ella, pues escucha, responde y observa con detenimiento.
Muchos acontecimientos han pasado en los 105 años de vida de doña “Falita” como le dicen de cariño, entre ellos la Primera y Segunda Guerra Mundial o que el hombre llegó a la Luna.
Creyente del Santo Niño de Atocha, señor de los milagros y de la Virgen de la Valvanera, doña Rafaela es una señora de fe.
“La fe de la vida no la debemos de dejar, esa que tenemos en Dios, en los santos no hay que dejarla”, expresó con ojos que guardan nostalgia.
Una vida sana, disciplinada, apegada a los valores y respeto han sido parte fundamental que le han otorgado la fuente de la vida.
A la edad de 21 años de edad se casó con Rafael Armenta Corral, con quien concibió nueve hijos, seis varones y tres mujeres, aunque con el tiempo le fallecieron tres, dos hombres y una mujer.
A la edad de 37 años llegó a Ciudad Obregón, lugar donde vive en la actualidad.
La descendencia de su árbol genealógico lo conforman 17 nietos, 18 bisnietos y 10 tataranietos, la raíz que ha nutrido la ramificación.
Trasviña Sañudo asume su día a día con alegría y entusiasmo, ese que le da la vida, porque, cada vez que despierta, para ella significa una bendición al ser una situación que disfruta en compañía de su familia.
Ese lado humano es el que le inyecta calor y cobija en un ambiente de ternura y amor.
Quizá 105 años se pronuncian en segundos, pero esa cifra acumula mil 260 meses, lo que equivalen a 38 mil 325 días.
En el caso de doña Rafaela, el reloj de la vida sigue su curso, algo asombroso porque rompe con el molde del promedio de vida que se tiene en México, que es de 75 años, y es por ello que "Falita" representa el don de la vida.
