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Hasta siempre, “Chito”





Por: Óscar García

Sirvió por 26 años a la ciuda­danía salvando vidas, hasta que un accidente le arrebató la suya.

Era la media noche del do­mingo 5 de mayo, cuando él, su novia y su hija, abordaban un vehículo por la Carretera Inter­nacional Guaymas-Empalme, cuando un hombre en estado de ebriedad conducía una camione­ta Ford Explorer a exceso de ve­locidad, impactando de frente al auto donde ellos venían.

Testigos oculares actuaron rápido a ayudar a las personas, pero lamentablemente no pudie­ron acceder a los autos, ya que estos comenzaron a incendiarse. En el lugar, quedó sin vida “El Chito”, junto con su novia calci­nados, y la niña de cinco años sa­lió proyectada del vehículo, falle­ciendo pocos minutos después.

Sus restos fueron homena­jeados en el Cuartel de Bombe­ros, donde acudieron familiares, amigos, compañeros, conocidos y la presencia del alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado, quien dedicó unas emotivas palabras a Andrés, para luego dar el pésa­me a la familia.

Guzmán Arellano, ingresó al Cuerpo de Bomberos en el año 1993, llegó a ser un ele­mento importante, tanto que se convirtió en subcomandan­te por dos ocasiones.

“Nos preparan ayudar, pero cuando sucede una tragedia como esta, que están involucra­dos partes de nuestros elementos, para eso, realmente no estamos preparados. Desgraciadamente cuando pasó este accidente, los propios Bomberos de Guaymas, donde él servía también, tuvie­ron su momento triste por saber quién era la persona que iban a rescatar, hubo lágrimas, llanto, e impotencia por saber que al que se rescataba, era uno más de no­sotros”, expresó con dolor el co­mandante de Bomberos, Víctor Moroyoqui.

Asimismo, el alcalde, de­dicó unas palabras a Andrés: “su alma se complació siendo bombero, porque fue su volun­tad. Andrés, “El Chito”, fue un elemento valeroso, esforzado, siempre disponible al deber con­sagrado de salvar vidas, y hoy le recordamos al compañero que se nos ha adelantado en el camino. Lo recordaremos siempre cuan­do suene la alarma, cuando es­cuchemos la sirena, cuando va­yamos de camino a una hoguera a vencer, porque el recuerdo de este fiel bombero que vivió su vida a plenitud y entregó su vida hasta el extremo, nunca se podrá borrar”.

Por último, expresó: Andrés Guzmán Arellano, tus compañe­ros del Cuerpo de Bomberos te saludan. ¡Viva el valeroso y es­forzado bombero, “¡El Chito!”.

Luego de esto, su cuerpo fue llevado a la parroquia a una misa, para posteriormente lle­varlo a sepultar en el Panteón del Carmen, donde unidades de Cruz Roja, bomberos de Caje­me, Navojoa, Empalme y Gua­ymas realizaron el recorrido de despedida. Fue despedido como un buen amigo y líder, quien de­dicó y arriesgó su vida por sal­var otras.