El ataque ocurrió en el estacionamiento subterráneo de la sucursal bancaria Santander Metrocentro, en Hermosillo, donde se encontraban los dos trabajadores de la empresa, que fueron despojados del dinero de las ventas del fin de semana.
"Al de seguridad lo balearon y después lo golpearon con la pistola; al que iba con él, lo estrellaron en el piso y le quitaron la mochila y el dinero se lo llevaron. Rápidamente los tipos se subieron a un carro, le dieron reversa y se fueron por donde entraron", indicaron.
"La gente no se dio cuenta, porque fue en el sótano –destacó el informante–, pero sí una muchacha, que cayó en crisis nerviosa porque fue a la única a la que le tocó ver todo y se fue para su casa, ya no trabajó".
Después de que los delincuentes huyeran y dejaran abandonada la camioneta en la que viajaban, las corporaciones de los tres niveles de Gobierno realizaron un operativo de búsqueda por las inmediaciones de la colonia Raquet Club, ya que se presume que por ahí es donde los hampones se escabulleron.