Por: Eduardo Sánchez
Aunque la Tribu Yaqui ya respondió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en torno al juicio contra el Estado mexicano, admitido en julio de 2015, el gobierno de la República ha evadido dar una respuesta concreta a este asunto que trata sobre la defensa de los derechos indígenas sobre su territorio y el agua del río Yaqui.Miembros de la Vanguardia por la Defensa de los Derechos de la Tribu Yaqui, enviaron al presidente Andrés Manuel López Obrador una carta donde denuncian la apatía de la administración federal anterior para contestar a la CIDH, por lo cual el gobierno de la Cuarta Transformación deberá hacer frente a ese proceso judicial internacional.
La solicitud al Presidente es muy sencilla: que se inicie el proceso de negociaciones amistosas que propone la CIDH desde septiembre de 2015.
Según se desprende de la misiva enviada con copia al Secretario de Relaciones Exteriores y al Director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, la demanda de la Nación Yaqui equivale a analizar el reconocimiento de sus derechos de agua, territorio, bienestar social, salud, educación, desarrollo y otros.
Este proceso se inició poco después de que el entonces Presidente, Ernesto Zedillo Ponce de León, decretara, el 9 de enero de 1997, la expropiación de dos mil 688 hectáreas de La Cuchilla, en el municipio de San Ignacio Río Muerto.
Y es que, según le dicen a AMLO, “nuestro territorio cada vez se hace más pequeño y el agua que nos corresponde, es derivada hacia intereses ajenos de la tribu Yaqui”.
Pero tras la notificación al gobierno de Enrique Peña Nieto de la admisión de la queja jurídica de los yaquis, el Estado se ha negado a declarar a pesar de que hay medidas cautelares dictadas por la CIDH.
Los indígenas sonorenses tienen plena confianza en que la actual administración sí responda a la Corte Interamericana y, sobre todo, restituya territorio y agua robados, además del acceso a servicios tan importantes como agua potable, salud, educación, bienestar social y desarrollo, a lo que tienen pleno derecho.
La petición de los yaquis es, sin duda, el planteamiento medular de lucha y defensa de todos los pueblos originarios de México, por lo que es urgente iniciar las negociaciones con miras a resolver en definitiva los problemas que por muchos años han golpeado a este sector de la población.
En la carta, los yaquis piden a AMLO que sea como Lázaro Cárdenas del Río, quien en 1937 directamente intervino en los problemas de los indígenas, y pronto pueda restablecerse un orden político de gobierno que vaya mucho más allá de la atención y se le considere como sujetos de derecho, con todo y sus leyes internas.
“Señor Presidente, le hacemos una invitación a que visite nuestro territorio y sostenga una reunión de trabajo y acuerdos en la Guardia Tradicional del Pueblo de Pótam, segunda Cabecera de los Ocho Pueblos, para que la Nación Yaqui y la mexicana encontremos la justicia y reconciliación en lo referente a nuestros derechos sobre el territorio, aguas del río Yaqui, recursos naturales y desarrollo como un fortalecimiento en esta Cuarta Transformación”, expone el documento.
Firmado por las autoridades tradicionales de Pótam, que encabeza Gerardo Bacasegua Piña, el texto sostiene:
“En el contexto actual, ha habido, y hay, buenos y malos pensamientos, así como ideas y políticas planteadas y en ejecución por parte del Gobierno que ahora usted representa, que aun teniendo buenas intenciones, provocan que cada vez surjan más conflictos al no presentar alternativas de solución que atiendan de fondo las demandas de la Tribu Yaqui en defensa de sus derechos, principalmente en lo referente a los asuntos del territorio y el derecho al agua del Río Yaqui que nos corresponde: nuestro territorio cada vez se hace más pequeño y el agua que nos corresponde, es derivada hacia intereses ajenos de la tribu Yaqui”.
Las explicaciones salen sobrando.
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