Tus hijos, tu espejo

Todos nos hemos enterado de una u otra ma­nera que los jovencitos y las morritas de "ahora" andan bien alocados; que ya tienen sexo y sin pro­tección; que usan todo tipo de drogas; que nada les importa, ni les llama la atención más que divertirse; que son promiscuos; que las mucha­chitas que tienen con qué se están haciendo la liposucción y se ponen botox (¿a esa edad?); que se embrutecen con alcohol; que la escuela les vale una pura y dos con sal; que se exhiben semides­nudos en las redes sociales, y una serie de cosas que te hacen pensar que los pobres plebes andan totalmente perdidos.


Pues la verdad, sin temor a equivocarme, sí algo hay de eso. Si he sabido de cada caso que me da, más que pena, tristeza, porque son ellos los que más van a sufrir, más que sus padres, que creo son los principales culpables de lo que les está sucediendo a sus hijos, y créelo, que es muy posible que los muy mensos ni cuenta se den o se hagan los que no se dan cuenta pues no saben cómo enfrentar la situación.



En lo personal estoy convencido que una vida de disipación sin freno, una vida de libertinaje podrá ser divertida, pero no por mucho tiempo, y no vale la pena jugarse el todo por una supues­ta felicidad instantánea, o por sentir por unos momentos que llenamos ese vacío que se siente entre el corazón y el alma.



Si repasamos la vida de todos esos que han vivido a como el instinto le marca, si es que no están muertos, enfermos o en la cárcel, termi­nan convirtiéndose en creyentes consumados (y consumidos), como es el caso de Bob Dylan, John Lennon, Eric Clapton, Nikki Sixx, Carlos San­tana y muchísimos más, incluyendo familiares y vecinos.



Pero, seamos sinceros, cómo no van a andar así los jóvenes si eso es lo que ven que está de moda, que es la onda en la televisión, la música, los me­dios, los maestros y para acabarla de amolar, con sus propios padres, que quizás no sean personas malas o viciosas, pero que por estar todo el día en el trabajo no les dedican el tiempo adecuado en cantidad y en calidad.



Pero en fin, creo que es más fácil hacernos a la idea de que esta vida es para sufrir a que nos decidamos a cambiar las cosas, ¿o te imaginas no pagando el internet, conociendo a los amigos de tus hijos, dedicándoles más tiempo, esperándolos en las noches cuando llegan, exigiéndole a las autoridades más prevención, no tomando, siendo congruente, compartiendo una vida espiritual, conviviendo con ellos, diciéndoles cuanto los quieres, no soltándoles el carro y dinero? ¿Qué es más fácil para ti?



"Tengo el pelo completamente blanco, pero voy a sacar juventud de mi pasado" José Alfredo Jiménez



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