Sheinbaum y primer ministro de Canadá intercambian regalos en Palacio Nacional por el Mundial 2026

La relación diplomática entre México y Canadá se fortaleció este jueves con un gesto simbólico, con motivo de la gesta deportiva del próximo año

Sheinbaum y primer ministro de Canadá intercambian regalos en Palacio Nacional por el Mundial 2026

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, acompañada de su esposo Jesús María Tarriba, recibió al primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien llegó acompañado de su esposa, Diana Fox.

Durante la ceremonia de recepción de este jueves 18 de septiembre, ambos mandatarios intercambiaron presentes que reflejan la amistad y la cooperación entre los dos países.

¿CUÁLES FUERON LOS REGALOS ENTRE AMBOS MANDATARIOS?

Como parte del intercambio, Carney obsequió a la presidenta mexicana un balón oficial de la Copa Mundial de la FIFA, acompañado de una sudadera y un rompevientos de la selección canadiense, todos con el distintivo del máximo torneo de futbol que en 2026 tendrá como sedes a México, Estados Unidos y Canadá.

“Es el balón oficial”, señaló el primer ministro al entregar el presente, que simboliza la expectativa compartida por el evento deportivo más importante del planeta.

Por su parte, Sheinbaum entregó al líder canadiense un alebrije y un huipil, piezas representativas de la riqueza cultural mexicana.

Los obsequios fueron intercambiados en el despacho presidencial, de acuerdo con las imágenes difundidas por el propio gobierno de México, donde se observó un ambiente de cordialidad y cercanía entre ambos jefes de Estado.

RUMBO AL MUNDIAL 2026

Más allá del simbolismo de los regalos, la reunión cobra especial relevancia en el marco de los temas que México y Canadá tienen en la agenda bilateral.

Además de compartir la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2026, ambos países se preparan para la próxima revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, un punto clave para la cooperación económica de la región.

El intercambio de obsequios se presenta así no solo como un acto protocolario, sino también como un recordatorio de la estrecha relación que une a México y Canadá, una alianza que combina tradición, cultura, deporte y cooperación política de cara a los retos que ambos países comparten en el escenario internacional.