Un descarrilamiento de la locomotora principal del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec en Nizanda, Oaxaca, generó la activación de protocolos de emergencia y atención a las personas que viajaban a bordo de la unidad, en un hecho que subraya la importancia de reforzar la seguridad en proyectos de infraestructura ferroviaria.
La Secretaría de Marina (Semar) confirmó la mañana del domingo 28 de diciembre que la máquina principal de una de las unidades del tren se salió de la vía mientras circulaba sobre la llamada Línea Z, tramo del Corredor Interoceánico que conecta Salina Cruz, Oaxaca, con otras regiones del sureste mexicano.
En el momento del percance viajaban 241 pasajeros y nueve integrantes de la tripulación, distribuidos en dos locomotoras y cuatro vagones de pasajeros, según el reporte oficial difundido en redes sociales por la dependencia.
Desde que ocurrió el descarrilamiento, autoridades federales y estatales activaron los protocolos de emergencia establecidos para este tipo de eventos, con el objetivo de brindar atención médica y apoyo a las personas afectadas y asegurar la zona.
COORDINACIÓN DE RESPUESTA Y ATENCIÓN A LOS USUARIOS
Tras el incidente, elementos de protección civil, cuerpos de emergencia y policías estatales se movilizaron para colaborar con la Semar y apoyar a los pasajeros, en coordinación con autoridades locales. Hasta el momento no se ha confirmado el número exacto de lesionados, y las autoridades continúan evaluando el estado de salud de las personas que estaban a bordo.
La Secretaría de Marina informó que desde el primer momento se brindó atención inmediata a los pasajeros, mientras se realiza el levantamiento de información técnica y operativa para esclarecer las causas del descarrilamiento.
El Tren Interoceánico forma parte de una de las obras de infraestructura más relevantes en México, diseñada para conectar los océanos Pacífico y Atlántico por medio de transporte de pasajeros y mercancías. La Línea Z, donde ocurrió este incidente, ha sido operativa desde finales de 2023 y representa un corredor estratégico para la logística nacional.
Expertos en seguridad ferroviaria señalan que el mantenimiento adecuado de vías, inspecciones constantes y la adopción de sistemas de monitoreo avanzado son fundamentales para prevenir descarrilamientos, reducir riesgos para las personas usuarias y garantizar una operación segura en proyectos de transporte masivo de gran escala. Las vibraciones, el desgaste de los rieles o fallos técnicos en la maquinaria pueden contribuir a este tipo de eventos si no se abordan con criterios técnicos rigurosos.
El incidente en el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec mantiene la atención de las autoridades federales y locales, que han reiterado su compromiso de ampliar la información conforme se cuenten con datos completos y verificados. La comunicación transparente y el fortalecimiento de las medidas de seguridad serán claves para restaurar la confianza en este proyecto de transporte estratégico.




