La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente los señalamientos de autoritarismo lanzados desde Grupo Salinas, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechara siete recursos promovidos por empresas del conglomerado relacionados con créditos fiscales millonarios.
La mandataria respaldó la resolución del máximo tribunal y subrayó que no se trató de una decisión súbita, política o dirigida, sino del resultado natural de un proceso judicial que lleva más de una década en curso.
Sheinbaum explicó que las impugnaciones desechadas por la Corte corresponden a créditos fiscales derivados del Impuesto Sobre la Renta de los ejercicios 2008, 2009, 2010, 2012 y 2013.
Estas determinaciones, dijo, ya habían sido confirmadas por distintas instancias: primero por la autoridad hacendaria, posteriormente por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y finalmente por un Tribunal Colegiado.
La SCJN, puntualizó, simplemente concluyó que los recursos de revisión "no debieron haberse admitido" porque los temas planteados ya estaban resueltos en criterios obligatorios previos.
"No es que la Corte de pronto decide sin antecedentes", afirmó la presidenta, subrayando que todos los juicios de amparo de Grupo Salinas siguieron el camino legal correspondiente y recibieron la misma respuesta desfavorable en cada etapa.
¿QUÉ IMPLICA LA RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA CORTE Y CUÁLES SON LOS SIGUIENTES PASOS?
En este sentido, rechazó que exista alguna consigna política detrás de la decisión, como acusa el grupo empresarial. Por el contrario, aseguró que el fallo "deja válida la decisión del SAT", originalmente emitida durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
La mandataria también explicó qué sigue en el proceso: tras la notificación formal, si las empresas pagan los adeudos, el asunto se daría por concluido. Si no lo hacen, se activará una nueva serie de procedimientos jurídicos conforme a la ley fiscal.
Sheinbaum insistió en que este es el camino regular en cualquier disputa entre contribuyentes y el Estado.
Con estas declaraciones, la presidenta buscó poner punto final a la narrativa de presunto autoritarismo, reiterando que la resolución de la SCJN no solo es legalmente sólida, sino también consistente con el historial previo de fallos en estos casos.
"Lo que hace la Corte es desechar siete recursos. Nada más. No hay instrucción, no hay consigna", sentenció.




