La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció este viernes 10 de octubre sobre la reciente destitución de Dina Boluarte como mandataria del Perú, tras ser cuestionada respecto a este tema.
Durante la conferencia matutina, la mandataria reiteró la posición de su gobierno en respaldo al expresidente peruano Pedro Castillo, al considerar que su destitución en 2022 fue un golpe de Estado y que su encarcelamiento constituye una injusticia política.
SHEINBAUM INSISTE EN LA LIBERACIÓN DE PEDRO CASTILLO
Sheinbaum recordó que esta postura ha sido una línea diplomática constante desde el sexenio de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien también manifestó su rechazo al derrocamiento de Castillo.
"Nosotros consideramos que fue un golpe de Estado el que destituyó al presidente Castillo, y nuestra solidaridad siempre con él. Nuestra insistencia es que se libere a Castillo y que tenga un juicio justo", expresó la mandataria desde el Salón de Tesorería de Palacio Nacional.
Sheinbaum destacó además que el caso de Pedro Castillo representa un precedente de persecución política y discriminación en América Latina.
Recordó su reunión del pasado 29 de agosto con Guido Croxatto, abogado del expresidente peruano, a quien recibió en Palacio Nacional.
Tras dicho encuentro, la presidenta escribió en redes sociales que "la libertad de Pedro Castillo es también la defensa de la democracia y de la dignidad de nuestros pueblos".
¿CÓMO FUE LA DESTITUCIÓN DE BOLUARTE EN PERÚ?
La presidenta peruana Dina Boluarte fue destituida este jueves por el Congreso de su país con una mayoría de 188 votos a favor, sin abstenciones ni votos en contra, bajo el argumento de "permanente incapacidad moral".
La decisión se dio en medio de una crisis de seguridad y denuncias por el incremento de la violencia en diversas regiones del país.
Tras su destitución, el liderazgo provisional fue asumido por José Jeri, presidente del Congreso, identificado con la ultraderecha y señalado previamente por presuntos casos de soborno y agresión sexual, de los cuales fue exonerado por "falta de pruebas".
Con este nuevo pronunciamiento, el gobierno mexicano mantiene su línea de defensa a favor del exmandatario peruano y refuerza su crítica hacia los procesos políticos en Perú, considerados por Sheinbaum como contrarios a los principios democráticos y a los derechos fundamentales.