En punto de las 7:15 horas de este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la ceremonia de izamiento de la bandera nacional a media asta en el Zócalo capitalino, en memoria de las víctimas de los sismos ocurridos el 19 de septiembre de 1985 y de 2017.
IZAMIENTO DE BANDERA A MEDIA ASTA
La mandataria salió de Palacio Nacional acompañada de integrantes de su gabinete y autoridades federales:
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch; el titular de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo; el secretario de Marina, Pedro Morales; la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; y la comisionada nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa.
También estuvieron presentes la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada; el comandante de la Guardia Nacional, Hernán Cortés, y el presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, Carlos Freaner Figueroa.
Durante la ceremonia, elementos de las Fuerzas Armadas entonaron el Canto a la Bandera y el Himno Nacional, en un acto solemne que evocó la fortaleza del pueblo mexicano frente a la tragedia. Posteriormente, la banda de guerra ejecutó el toque Silencio, en honor a las miles de personas que perdieron la vida en ambos desastres naturales.
SISMO DE 1985
El 19 de septiembre de 1985, un terremoto de magnitud 8.1 sacudió la Ciudad de México y marcó un antes y un después en la historia nacional. El movimiento telúrico dejó miles de fallecidos, daños incalculables en viviendas e infraestructura, y una herida profunda en la memoria colectiva.
Sin embargo, también despertó una inédita organización ciudadana: brigadistas, vecinos y voluntarios se movilizaron para salvar vidas y brindar apoyo, demostrando la solidaridad que caracteriza al pueblo mexicano.
SISMO DE 2017
Treinta y dos años después, el mismo día, pero en 2017, otro sismo, esta vez de magnitud 7.1, volvió a sacudir el centro del país. El desastre provocó más de 300 muertes y severos daños en edificios de la Ciudad de México, Puebla y Morelos.
La coincidencia de la fecha intensificó el dolor, pero también reactivó la unión social. Miles de jóvenes salieron a las calles para apoyar en las labores de rescate, confirmando que la memoria del 85 seguía viva y que las nuevas generaciones heredaron esa vocación solidaria.
Con este acto solemne, el Gobierno de México recordó a las víctimas de ambos sismos, reafirmando el compromiso de fortalecer la cultura de prevención y protección civil para que tragedias como estas dejen menos secuelas humanas en el futuro.