Salud en México está en crisis

Por: Eduardo Sánchez

En el Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy, se busca entender el significado de cobertu­ra sanitaria universal (CSU); es decir, que todas las personas y co­munidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos.


De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la CSU abarca toda la gama de servi­cios de salud esenciales de calidad, desde la promoción de la salud hasta la prevención, el tratamien­to, la rehabilitación y los cuidados paliativos.



Esta cobertura permite a todos acceder a servicios que atienden las causas más importantes de las en­fermedades y la muerte, y asegura que la calidad de esos servicios sea suficientemente buena para mejo­rar la salud de las personas que los reciben.



MÉXICO NO ESTÁ EN FORMA

De acuerdo con el periodista Mario Luis Fuentes, México vive una severa crisis de salud pública que se expresa, sobre todo, en de­funciones que son en sentido es­tricto, en exceso evitables.



Se trata de un problema que rebasa el ámbito de la salud, en el sentido de que sus causas origina­les son la pobreza, la marginación, la desigualdad y otros fenómenos graves como la discriminación.



Los datos oficiales muestran un muy rápido crecimiento en el número de defunciones por diabe­tes mellitus tipo II, la cual se ha posicionado en la primera causa específica de mortalidad en nues­tro país.



En efecto, y para dimensionar lo que esto implica, hay que decir que entre los años 2010 y 2018 el nú­mero absoluto de decesos por esta causa creció en 29 por ciento.



Frente a este incremento, es importante mostrar la tendencia reciente de la mortalidad por dia­betes: en el año 2000, el número de defunciones fue de 46 mil 452 casos; para el año 2005 pasó a 67 mil 022; para el 2010 se ubicó en 82 mil 850 casos; en el 2014 llegó a 93 mil 966, mientras que en el 2018 llegó a la cifra récord de 115 mil 801 defunciones por diabetes mellitus, cifra que implica 317 de­funciones por día, o bien 13 decesos cada hora.



En esa misma lógica es impor­tante destacar que, por grupos de edad, se presenta una cada vez mayor incidencia de defunciones entre población menor de 65 años, aunque la mayor carga de mortali­dad por esta causa se registra en­tre las personas de 65 años y más.



Así, es importante decir que entre los años 2000 y 2018 se es­tima que han fallecido un millón 492 mil 722 personas por diabetes mellitus.



De ellas, 912 mil 647 tenían 65 años o más al momento del falleci­miento, mientras que 580 mil 75 tenían entre 15 y 64 años de edad al momento de fallecer (32.35 por ciento del total).



Desde esta perspectiva es inte­resante observar que el número de defunciones por diabetes en el gru­po de edad de 15 a 64 años de edad, creció en 42.1 por ciento en el pe­riodo señalado; mientras que entre las personas mayores de 65 años el crecimiento en el número de de­funciones fue de 38 por ciento.



En cuanto a la hipertensión, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en el 2018 habrían falle­cido por enfermedades del corazón 149 mil 481 personas.



Asimismo, es importante desta­car que en el periodo del año 2000 al 2018 han fallecido 1.9 millones de personas por este tipo de pade­cimientos. Y sólo en el 2018, el pro­medio diario se ubicó en 409 casos, o bien, 17 decesos por hora.



Si se suman las cifras de las defunciones por diabetes, con las defunciones por enfermedades del corazón, la cifra es desconcertante: 3.39 millones de personas han per­dido la vida por ambas causas, lo que constituye quizá la más grave crisis de salud pública en la histo­ria del país, pues hoy se cuenta con las capacidades y recursos necesa­rios para prevenirlas y en un alto porcentaje, evitarlas.



Entre las enfermedades del hígado, destaca que aproximada­mente el 80 por ciento son enfer­medades directamente relaciona­das con el abuso en el consumo del alcohol. En efecto, de acuerdo con los datos oficiales, entre los años 2000 y 2018 han fallecido en el país 611 mil 450 personas por este tipo de padecimientos.



LA SALUD EN SONORA

Según cifras del Instituto Na­cional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2015, el 85.6 por ciento de la población en Sonora estaba afiliada a servicios de salud.



En 2016, los hogares de la En­tidad gastaron en promedio 764 pesos al trimestre en cuidados de la salud.



Para 2017, 15.7 por ciento de los niños sonorenses recién nacidos presentaron riesgos de desnutri­ción y 9.5 por ciento de gordura y obesidad; en las niñas, estos indi­cadores son 12.3 por ciento y 15.6 por ciento, respectivamente.



Los tres principales diagnós­ticos de egresos hospitalarios de instituciones de salud pública en Sonora fueron: embarazo, parto y puerperio, 25.6 por ciento; tu­mores, 13.4 por ciento y enferme­dades del sistema genitourinario, 13.4 por ciento.



Mientras que los principales servicios otorgados en las institu­ciones del sector público de salud en la Entidad son: estudios de diag­nóstico, 50.6 por ciento; consultas externas, 32.4 por ciento y aplica­ción de vacunas, 9.5 por ciento.

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