Por: Eduardo Sánchez
México tiene una gran deuda histórica con los connacionales que son víctimas del desplazamiento interno, reconocieron funcionarios del Gobierno federal.Rocío González Higuera, jefa de la Unidad de Política Migratoria (UPM), recordó que desde 2009 existe una recomendación de la ONU para que México atienda a sus habitantes que han tenido que huir por la violencia, lo que ocurre en 9 estados de la República.
Mientras que Andrés Ramírez, titular de la Comisión Mexicana para Ayuda a Refugiados (Comar), consideró que es una vergüenza que actualmente no se tenga una norma al respecto y sólo se brinde protección a los extranjeros.
En compañía de Alexandra Bilak, directora del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, basado en Ginebra, Suiza, los funcionarios visitaron ayer el estado de Chiapas, donde visitaron comunidades desplazadas.
En tanto, Bilak planteó que México debería alinear su agenda migratoria con las de atención a desplazados internos, y pedir ayuda a la ONU para atender a los desplazados internos.
También destacó que en su vista a Chiapas conoció testimonios de personas que fueron desplazadas de sus comunidades por violencia en contextos político-electorales, o por grupos que buscan controlar los recursos naturales de la región.