Tras recordar que, según las cifras oficiales, más de 40 mil personas están desaparecidas en México, la expresidenta de Chile aseveró que “nadie debe ser sometido más tiempo a este calvario” y que “prácticas como tortura, malos tratos y actos de obstrucción de la justicia no tienen cabida en un Estado comprometido con los derechos humanos”.
El acuerdo, que Bachelet firmó hoy con el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, establece que la oficina de la ONU-DH en México participará en las reuniones de la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa, que el nuevo gobierno creó el pasado 15 de enero, pero también la asesorará, vigilará el cumplimiento de recomendaciones y dará seguimiento a las “posibles irregularidades cometidas en el marco de las investigaciones”, entre ellas los casos de tortura que la propia ONU documentó.