Mujer intentó sobornar a policías para que la dejaran por el asesinato de su esposo

La víctima, conocido médico de la UMF 13, fue buscado por sus familiares, ya que habían perdido contacto con él. Lo hallaron muerto en su casa

Mujer intentó sobornar a policías para que la dejaran por el asesinato de su esposo

La ausencia en su trabajo y el silencio de un médico para con su familia no pasaron inadvertidos, ya que preocupados por esa ausencia, física y digital, condujo a sus seres queridos a que lo buscaran. El 20 de octubre lo encontraron en su casa; lo que vieron en su casa los dejó con los pelos de punta y un hueco en el corazón: había sido asesinado.

De acuerdo con la información, se trata del doctor Cirilo Ortiz Corona, de 35 años, quien fue identificado por dos tatuajes permitieron; además, trabajaba en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 13 en Azcapotzalco, Ciudad de México.

Su residencia, ubicada en el Conjunto Urbano Paseos del Bosque II, del municipio de Tecámac, la compartía con su esposa, Lizbeth "N", y con quien tenía una niñita de tan solo cinco años de edad. Ahora, la mujer del galeno está detenida por su presunta participación, junto con dos cómplices, en su muerte. Los tres están detenidos.

Tras el hallazgo del médico, su familia acudió a la Fiscalía General de Justicia, la cual inició una investigación por el delito de homicidio.

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EL ASESINATO DEL MÉDICO

De acuerdo con la información, el médico tenía, además de una motocicleta, la cual usaba con mucha frecuencia, dos automóviles: una Tracker azul y un Mini Cooper gris.

El día del asesinato, Cirilo y Lizbeth discutieron y, presuntamente, la fémina, lo apuñaló causándole la muerte; luego, ella abordó el Mini Cooper y horas después volvió con sus cómplices, uno de ellos José Eduardo. Los tres permanecieron en la casa por horas, hasta que se marcharon.

El 20 de octubre, Lizbeth y José Eduardo se dirigieron a un sitio ubicado en la colonia Jorge Jiménez Cantú, de Tlalnepantla, de donde sacaron la Tracker; hasta ese lugar llegaron familiares del médico, pero la fémina no les permitió pasar, en cambio salió huyendo con su cómplice.

Sin embargo, como había órdenes de aprehensión en su contra, fueron detenidos en Nezahualcóyotl, Estado de México; entonces, Lizbeth les ofreció dinero a los policías para que la dejaran ir, pero estos procedieron a la detención.

Fueron llevados al Centro Penitenciario y de Reinserción de Ecatepec, donde quedaron a disposición del juez, quien determinará su situación jurídica. En cuanto al Mini Cooper, se desconoce qué pasó con él.