Por: Eduardo Sánchez
Un rosario plateado y una cruz con la inscripción “Oración del chofer” cuelgan del retrovisor de Luis Jiménez, para el mexicano significan una protección: si la policía lo para en la carretera podría ser arrestado y separado de su esposa y sus tres hijos.Jiménez conduce sin licencia y al vivir sin estatus migratorio legal en Estados Unidos no puede obtener un permiso de conducir en el estado de Nueva York, un arresto probablemente significaría su inmediata deportación, manifestó el inmigrante, de 34 años, mientras conducía su camioneta desde la granja lechera donde cuida a unos 300 becerros hasta su casa.
Una enérgica campaña alrededor del país para que inmigrantes sin estatus legal puedan conducir libremente resuena con fuerza en las granjas y cultivos cercanos a Rochester, en la frontera con Canadá.
Los trabajadores inmigrantes de esos campos, en su mayoría mexicanos, dicen que se sienten aislados y frustrados en esta zona rural, donde pagarle a alguien con licencia de conducir para ir a comprar comida puede costarles 40 dólares, lo que equivale a más de tres horas de trabajo.
Doce estados en Estados Unidos, incluidos California e Illinois, permiten que sus residentes obtengan permisos de conducir sin contar con un número de seguridad social o pruebas de estatus migratorio legal.
Activistas intentan lograr eso mismo en otra media docena de estados ahora que gobernadores demócratas han sustituido a republicanos en Wisconsin y Nueva Jersey y los demócratas ganaron el control total de la legislatura del estado de Nueva York.