Mea culpa: soy un detractor

Por: Eduardo Sánchez

"Sólo los detractores de Cajeme, sólo sectores irresponsables, ponen en alto los temas de inse­guridad para que la ciudadanía se desconcierte y no tenga la seguridad y la fuerza de seguir adelante en la construcción de la paz", dijo ayer el alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado, en una más de sus ya comunes frases para mini­mizar los errores de su Gobierno.


Si decir la verdad, que es la de que los hechos violentos no han dejado de aparecer en Cajeme, a pesar del supuesto despliegue de fuerzas ar­madas, es ser un detractor, pues anóteme en esa lista.



Y, ya de paso, en la de los irresponsables que solamente alcanzamos a ver la angustia de aquellas familias a las cuales les arrebatan la vida de un hijo, un sobrino, un padre, hayan militado o no en las huestes del crimen orga­nizado.



Una muerte es dolorosa para cualquier ser querido, a pesar de conductas responsables o irresponsables, como se les quiera ubicar.



Cómo no ser detractores si cada día obser­vamos la frustración de los padres de familia porque en el tránsito de la escuela al hogar, a su hijo o hija le arrebataron el celular, la bici­cleta y en algunos casos hasta sus zapatos de­portivos.



Cómo no ser irresponsables si un día sí y el otro también conocemos las historias de las fa­milias a las cuales les abrieron sus casas y les robaron el patrimonio que por años fueron for­jando poco a poco, con el sudor de su frente.



Por supuesto, que le apostamos a la vida, pero no por ello vamos a cerrar los ojos ante una realidad que cada día se muestra más cruenta, más violenta.



Y si solamente presentando las cosas de co­lor rosa se va a transformar esta sociedad, pues definitivamente sería no estar en este mundo para dejar de presenciar cómo se angustia un padre de familia al que le hurtan su automóvil, pero las autoridades le dicen que eso no puede ser porque, en sus estadísticas, los niveles del delito van a la baja.



Y, en definitiva, con toda la sinceridad del mundo, uno no puede ser parte de esas voces que solamente le hablan al oído a las autori­dades para decirle que todo está bien, que no se preocupe, que total se están matando sola­mente entre los narcos, pero todo lo demás va viento en popa.



Por supuesto, y desde este mismo espacio lo hemos alentado, necesitamos construir jun­tos un Cajeme más seguro, más próspero, de trabajo, más limpio, de tal manera que reco­bre su vigor de ayer y los ciudadanos, también como ayer, se puedan sentir orgullosos de un Municipio sin violencia, sin calles destrozadas, con mejores recolectores de basura, con mejor alumbrado público, pero sobre todo con paz en cada hogar, en cada colonia y en cada comu­nidad.



Se puede ser responsable e institucionales sin agachar la cabeza ni esperar que desde el gobierno nos llamen "medios responsables", porque las voces pagadas solamente repiten como el perico lo que les enseñan, pero jamás aprenden a hablar.



Y si actuar o pensar así significa ser detrac­tores o irresponsables, cito de nuevo, que me pongan en esa lista.
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx

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