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Marcha 8M: hartas de la violencia, las mujeres se hacen escuchar

Las manifestaciones contra la violencia de género se escucharon fuerte este Día Internacional de la Mujer frente a Palacio Nacional; se dieron enfrentamientos entre feministas y policías, pero el eco de los nombres de las víctimas ahí quedó en reclamo de justicia

Marcha 8M: hartas de la violencia, las mujeres se hacen escuchar

La voz de las mujeres se escuchó fuerte frente a Palacio Nacional, donde se concentraron los contingentes de féminas que se manifestaron contra la violencia de género y en reclamo de justicia por todas las desapariciones y violaciones de niñas, jóvenes y adultas.

Contra todos los pronósticos, y en medio de una pandemia que no ha dado tregua, este 8 de marzo, y en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, poco antes de las 15:00 horas, varios grupos de mujeres marcharon hacia el Zócalo de la Ciudad de México, frente a Palacio Nacional, donde se toparon con un muro metálico que resguardaba el inmueble.

 

El día que el muro fue erigido, previo a la conmemoración, algunas escribieron en la valla metálica los nombres de las desaparecidas, en reclamo de justicia.

Pero este 8 de marzo, la voz de las que ya no están y fueron víctimas de la violencia de género, se escuchó en las miles de gargantas de quienes exigían a la autoridad una respuesta y un alto a las agresiones, sólo por ser mujeres, y de la equidad, pero además del reclamo, derribaron la valla.

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 Ahí, frente a Palacio Nacional, las manifestantes se enfrentaron con policías de la Ciudad de México, donde una jovencita tironeó a uno de los agentes y rápidamente se ordenó a los oficiales desalojar el muro humano que se colocó frente a la valla.

Media hora más tarde, los protestantes tiraron otro tramo del muro, y de un lado de Palacio policías rociaban lo que unos decían era gas lacrimógeno y otros que era el polvo de los extintores; ellas no se amedrentaba, pues respondían con piedras y palos.

Las vallas, a decir de las autoridades, fueron colocadas frente a Palacio Nacional para no desplegar ganaderos; sin embargo, las manifestantes se toparon con elementos de Seguridad Ciudadana capitalina.

En tanto, en la Plaza de la Constitución, manifestantes alegaban que, a fin de replegarlas, reportaban el uso de gas pimienta.

Asimismo, al llegar al Zócalo por la 5 de Mayo, las marchistas demandaban justicia, mismas que estuvieron acordonadas por oficiales de Policía.

Ya frente al muro, frente a Palacio Nacional, este fue rodeado y las más jóvenes gritaron y patearon la valla, esa en que unos días antes habían pintado los nombres de las niñas y mujeres víctimas de violencia y desaparición.

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Antes de las 16:00 horas, otro grupo de manifestantes se reunió en el Monumento a la Revolución y de ahí salieron rumbo al Zócalo.

Las consignas que todas, entre brincos y cantos, coreaban eran: “¡Fuimos todas!”, “va a caer, va a caer, ese muro va a caer”, “el que no brinque es macho”.

Cuando por fin estuvieron en su destino, 3 de ellas intentaron escalar la valla, pero no lo lograron, pese al grito de apoyo que sus compañeras lanzaban.

Luego, un segundo grupo, el más pequeño y que incluía al llamado Bloque Negro, avanzó sobre la 5 de Mayo e Isabel la Católica, con el grito de "¡no somos una, no somos 10, pinche gobierno cuéntanos bien!”.

Así, entre gritos de los nombres de las víctimas de desaparición, entre esos nombres que han sido acallados por la violencia de género, ahí retumbó más fuerte el clamor de justicia para ellas, para las que fueron apagadas de modo abrupto por el sólo hecho de ser mujer, y también para las que aún viven, las que día con día sufren el acoso, el hostigamiento y las vejaciones del llamado "sexo fuerte".