La terrible inundación que sufrió la CDMX en el Siglo XX fue en 1951 | FOTOS

La tormenta de 1951 dejó a la ciudad sumergida durante tres meses, paralizó a toda la ciudad, transformando las calles de la capital en canales

La terrible inundación que sufrió la CDMX en el Siglo XX fue en 1951 | FOTOS

La noche del 10 de agosto, lluvias torrenciales azotaron la Ciudad de México, obligando a Protección Civil a activar la alerta roja en alcaldías como Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Iztacalco y Miguel Hidalgo.

La magnitud de la precipitación hizo que muchos recordaran la peor inundación del siglo XX en la capital: la tormenta de 1951 que dejó a la ciudad sumergida durante tres meses.

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¿CÓMO FUE LA PEOR INUNDACIÓN DEL SIGLO XX EN CDMX?

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El domingo 15 de julio de 1951, cientos de capitalinos acudieron al cine, ajenos a que una tormenta histórica transformaría las calles en canales.

En pocas horas, el Cuerpo de Bomberos tuvo que evacuar a las personas atrapadas en salas como Cinelandia o el Savoy, mientras cientos de hogares se inundaban. El transporte público quedó paralizado y el alumbrado colapsó.

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Según el Cenapred, dos terceras partes de la ciudad quedaron bajo el agua, con niveles de hasta dos metros en zonas bajas. Los habitantes se desplazaban en lanchas, balsas de hule o cruzaban por improvisados puentes de madera.

La prensa de la época lo describió como el peor diluvio desde los años treinta, con al menos cinco muertes confirmadas y un número indeterminado de víctimas indirectas por enfermedades.

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LA LATENTE AMENAZA DE LAS LLUVIAS EN CDMX

El desastre se agravó por un problema estructural: el Gran Canal del Desagüe, inaugurado por Porfirio Díaz en 1900, había perdido su pendiente debido al hundimiento acelerado del suelo, de hasta 50 centímetros anuales en algunos puntos para 1950, lo que impedía evacuar el agua hacia el túnel de Tequixquiac.

El 19 de julio de 1951, el gobierno creó la Comisión Hidrológica de la Cuenca del Valle de México para evaluar soluciones. Entre las medidas adoptadas estuvieron el embovedamiento del Río Churubusco, la ampliación de secciones del Gran Canal y la instalación de plantas de bombeo.

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Sin embargo, el crecimiento urbano descontrolado y la sobrecarga de los sistemas de drenaje mantuvieron la vulnerabilidad de la capital.

Hoy, más de 70 años después, la Ciudad de México sigue enfrentando el mismo dilema: una infraestructura hidráulica rebasada y una geografía que convierte cada temporada de lluvias en una amenaza latente.