De tal manera que en la celebración de Semana Santa en este país, que arranca mañana con el Domingo de Ramos, se pueden encontrar "muchos rasgos culturales prehispánicos" incluidos en la festividad. Según Iglesias y Cabrera, este hallazgo se da sobre todo en los estados mexicanos donde se celebran las festividades de los viernes de Cuaresma.
La autora del libro "La Semana Santa en México. Con la muerte en la cruz" (2002) señaló como ejemplo a los zapotecos de Oaxaca,
los mayos de Sonora y los tlapanecos de Guerrero, entre otros grupos que tienen "la organización religiosa, la comida, las danzas y el empleo de instrumentos de origen prehispánico".Explicó que muchos elementos generales de las festividades de Semana Santa de nuestros días ya estaban presentes desde el México antiguo.
Entre ellos están las danzas, la música, las procesiones, personificaciones de dioses, imágenes sacras, sacrificios, instauración del fuego ceremonial, bendición de semillas, utilización de agua purificadora, comida ritual, ayuno y bebida ritual "que se sincretizaron con los rasgos culturales propios de la religión católica".
Actualmente, las representaciones de la Pasión de Cristo se escenifican prácticamente en todos los estados de México, entre las que destacan, por su número y belleza, las de Campeche, Chiapas, Estado de México, Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.