Por: Eduardo Sánchez
El religioso le despedazó la infancia cuando era tan sólo un chiquillo, y la víctima esperó a la adultez para hacerse justicia
No existe peor cosa que ganarse la confianza de un niño para luego despedazarle, de la manera más brutal, la inocencia.
Y precisamente lo que le ocurrió a un hombre que, siendo tan sólo un pequeño de 8 años de edad, fue abusado sexualmente por alguien que se decía siervo de Dios.
Ahora, de como adulto de 21 años, acudió ante la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) de Saltillo, Coahuila, a interponer la denuncia por abuso sexual.
El joven señaló como su violador al pastor cristiano Óscar Rodolfo “N”, quien fue vinculado a proceso por violación equiparada.
Como el delito no había prescrito, la Fiscalía General del Estado (FGE) ordenó la detención del religioso, quien fue capturado cuando salía del templo de la Iglesia Bautista Fundamental Maranatha.
Como medida cautelar, al indiciado se le dictó prisión preventiva y plazo de 3 meses para concluir la investigación.
