Por: Eduardo Sánchez
Florida, el tercer estado con más indocumentados de Estados Unidos, tiene a partir de hoy una de las leyes antiinmigrantes más estrictas, aunque activistas trabajan ya para presentar una demanda judicial para lograr su derogación al considerarla "inconstitucional".La ley SB 168 prohíbe las llamadas ciudades 'santuario', que rechazan colaborar activamente con las autoridades federales migratorias en su proceso de deportar indocumentados, aunque no hay ninguna jurisdicción que se haya declarado como tal en este estado con un 20 por ciento de población inmigrante.
Pero va más lejos: la nueva norma exige a todas las agencias estatales, gobiernos municipales y departamentos de policía hacer cumplir la ley federal de inmigración y también a trabajar con agencias federales como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para detener y deportar a los inmigrantes.