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El proceso de duelo después de una pérdida


El sentimiento de pérdida se presenta porque algo o alguien que consideraba MIO se va, se lo llevan o peor aún, me lo arrebatan (o eso creo). La situación crea dolor, frustración y dependiendo de la forma, tiempo y el contexto crea en mayor o menor medida sufrimiento, cambio de conducta o, de ser superado, un aprendizaje.


Explico, cuando es una muerte, por ejemplo, es un proceso doloroso diferente si es por una larga enfermedad o si es repentina; si es en un niño o en un anciano; o si es en un tiempo sin significado o en uno de importancia familiar o personal, como navidad o un aniversario. Realmente, el proceso de duelo se llevará de diferente forma en base a varias situaciones contextuales e ideológicas de quienes la viven.

Influyen también la cultura, la sociedad y la familia. Existen culturas donde la muerte es un proceso menos complicado que en otras, existen lugares donde el luto se lleva durante años por “respeto” u obligación social.

Cabe aclarar, que el proceso de duelo no se lleva sólo cuando un ser querido muere, sino cuando sentimos perder cualquier cosa, situa­ción o persona importante en nuestra vida, por lo que es muy común tenerlos, por ejemplo, cuando hay un divorcio, pérdida del empleo, del negocio, del sueño profesional, incluso en el nacimiento de un hijo que no cubra las expectativas soñadas en cuanto al sexo, color de piel, ojos o con alguna discapacidad no esperada.

Habla Kubler Ross en su definición del proceso de duelo, que existen cinco etapas: Negación, ira, negociación, depresión y acep­tación. Cabe aclarar que no son secuenciales, sino que pueden tener avances y retrocesos incontables antes de la aceptación, y que esta última no implica conformismo ni resignación, sino un nuevo inicio para trabajar con lo que realmente se tiene y es.

Es innegable que hay quien hace de los duelos un estilo de vida, ya que duran años anclados, convirtiendo el dolor en sufrimien­to, viviendo en depresión eterna porque así “debe ser” porque implica que de verdad qui­siste a quien se fue. Siendo directos y claros, la muerte o partida de los seres que amamos es NATURAL todos tenemos un tiempo de vida, pero no nos preparamos para el único día que tenemos seguro que es el de nuestro final y de los que amamos. Lo que sí es ver­dad es que tú decides si sigues adelante con tu vida y la disfrutas al máximo entendiendo que un día te tocará partir, o, te entierras en vida en tu proceso depresivo cuestionando a la vida, al destino o a Dios ¿Por qué me pasa esto a mí?

Tenemos las opciones de ser felices a pesar de las pérdidas, agradeciendo a la vida por lo que nos regala, o, ser víctimas de nuestro destino fatal. No tenemos una nube negra, no somos mala suerte, no estamos malditos ni programados para fracasar o perder lo que amamos. Todo tiene principio y fin, tenemos que aprender que forma parte de nuestros ciclos, te puede doler perder algo o alguien que amas, puedes vivir el duelo y sobre llevarlo, pero, no te puede permitir anclarte en él y terminar tu vida años antes de tu muerte.

Y si el duelo que estás pasando es por la pérdida de una relación, pues con mayor razón, entiende que no has perdido nada, sólo cambió, y lo cambios son siempre productivos si los manejamos de la mejor manera. Como lo dije en otra publicación, nadie te quita nada, quien quiere irse de tu vida, se va, quien no, se queda, los terceros en discordia siempre serán circunstanciales.

Si no puedes superar un proceso de duelo, busca apoyo profesional, acércate a tu familia y juntos podrán buscar salir delante de aque­llo que te hace sufrir. Escríbeme me gustaría tu opinión: mvm780120@hotmail.com.