Este proceso legislativo continúa, y su futuro se definirá en los próximos pasos para su implementación
Por: Araceli Rodríguez
La reforma constitucional que propone integrar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dio un paso importante al ser aprobada en la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.
La propuesta, respaldada por el PRI y promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora debe ser discutida y votada en el pleno de San Lázaro.
La reforma fue avalada con 22 votos a favor de Morena y 17 en contra de la oposición. Esta modificación implica una reestructuración significativa, ya que la Guardia Nacional, ahora bajo la Sedena, se convertirá en una entidad de carácter permanente con personal militar y formación policial.
También se transferirán a la Sedena los gastos operativos y recursos materiales de la Guardia Nacional, y el presidente tendrá la facultad de nombrar al comandante del cuerpo de seguridad a propuesta del titular del Ejército.
Uno de los aspectos destacados de la reforma es que el comandante de la Guardia Nacional deberá ostentar el grado de General de División, y si no hay personal con esta formación, la designación recaerá en un General de División del Ejército capacitado en seguridad pública.
Además, el personal de la extinta Policía Federal será reubicado en la Secretaría de Seguridad Pública, manteniendo sus derechos laborales, mientras que el personal militar y naval en la Guardia Nacional conservará su antigüedad y derechos laborales.
La oposición calificó la reforma como un intento de "militarizar" el país. El diputado panista Jorge Triana criticó la propuesta, acusando al presidente López Obrador de ser el "presidente más militarista" de la historia, y advirtió que las fuerzas armadas están realizando tareas que tradicionalmente corresponden a fuerzas civiles.
Por otro lado, el priista Rubén Moreira sugirió posponer la discusión de la reforma hasta octubre para asegurar compromisos presupuestales y mejorar la coordinación con las entidades federativas.
La propuesta de reforma, enviada por el presidente López Obrador el 5 de febrero, busca establecer reglas claras para la Guardia Nacional, con el fin de prevenir abusos y asegurar un control operativo similar al del Ejército.
Según el INEGI, la Guardia Nacional, junto con la Armada y el Ejército, recibe alta aprobación en su desempeño en seguridad pública, con un 74 por ciento de la población percibiendo su actuación como "efectiva" o "muy efectiva".
