Ambas profesionistas asistieron a una fiesta, pero terminaron asesinadas; sus cuerpos mostraban graves signos de violencia
Los crímenes contra mujeres no tienen para cuándo parar, y los asesinatos de Damaris Soledad y Karla Lissete son ahora punta de lanza en los reclamos de los michoacanos.
Ambas eran profesionistas, se indicó: Damaris, de 21 aóos, nutrióloga, y Karla, de 35, era contadora.
Familiares explicaron que ambas asistieron a una fiesta que se celebraba en una casa ubicada en calles Loma Verde y Loma Bonita, de Uruapan, pero fueron golpeadas y estranguladas.
De acuerdo con medios de esa entidad, sus familiares tuvieron su óltimo contacto con ambas el sábado y desde entonces nada.
Sin embargo, a las 11:00 horas del domingo, a través del nómero de emergencias 911 vecinos alertaron a la Policía que había dos mujeres muertas en una vivienda.
Inmediatamente, oficiales se presentaron en el lugar y se toparon con los cadáveres de las mujeres: uno estaba en el baóo y el otro por fuera.
Sus cuerpos, indicó la autoridad, tenían huellas de golpes, así como evidencias de estrangulamiento.
Personal de la Fiscalía General de Justicia de Michoacán realizaron las primeras pesquisas, así como ordenaron el traslado de los cuerpos al Semefo, a la necropsia de rigor.