Cinco cosas que los perros odian de los humanos; evita hacerlas para no enfadar a tu mascota
Si compartes tu hogar con un perro, es valioso conocer las acciones que debes evitar a toda costa en su trato con él
En el ámbito de las relaciones entre humanos y perros, es esencial reconocer los factores que influyen en la convivencia y obstaculizan la comunicación efectiva entre ambas partes.
La interacción adecuada forma parte de la responsabilidad y cuidado que implica adoptar a una mascota y considerarla un miembro de la familia.
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Esto incluye proporcionarle una buena alimentación, llevarlo regularmente al veterinario y brindarle amor. Además, es crucial prestar atención a los comportamientos que afectan la convivencia.
Si comparte su hogar con un perro o planea hacerlo, es valioso conocer las acciones que debe evitar a toda costa en su trato con él.
EVITA HACER ESTO
De acuerdo con el veterinario español Manuel Manzano, debes evitar estas cinco acciones:
Ruidos fuertes:
- Expertos señalan que los sonidos estridentes pueden perturbar el bienestar de los perros, cuya capacidad auditiva es más sensible que la de los humanos. Ejemplos como fuegos artificiales pueden generar miedo y desesperación en los caninos.
Olores intensos:
- La nariz de los perros, con 300 millones de receptores olfativos, es muy sensible. Olores fuertes pueden irritarlos, siendo necesario considerar su incomodidad ante colonias o aromas intensos.
Ausencia de un lenguaje corporal:
- Comunicarse solo verbalmente puede dificultar la comprensión entre humano y animal. Los perros utilizan su cuerpo y expresiones faciales para comunicarse, por lo que es beneficioso combinar gestos y palabras cortas en la interacción.
Falta de rutinas
- Al igual que los humanos, los perros necesitan rutinas, como horarios de paseo y juego. La falta de una estructura puede generar nerviosismo en el animal, afectando su bienestar emocional.
Paseos cortos:
- Aunque el tiempo puede ser limitado, dedicar un momento diario a pasear es esencial para el bienestar físico y emocional del perro. Esta práctica contribuye positivamente a la relación entre humano y animal.
CONSEJOS ADICIONALES
Además, es importante evitar la sobreestimulación de muestras de afecto, ya que los perros también necesitan su espacio. Observar el comportamiento del animal ante caricias repetidas ayuda a comprender hasta qué punto interactuar en ese sentido.
En conclusión, siempre es recomendable consultar con un veterinario ante cualquier comportamiento inusual y realizar controles periódicos para mantener la salud física y mental del perro.
