El brote de sarampión, una enfermedad extremadamente contagiosa, llevó a las autoridades locales a declarar un estado de emergencia en el condado el pasado martes, y a prohibir que los menores de 18 años que no estén vacunados de sarampión puedan estar en espacios públicos.
En 2018 hubo en total 17 brotes, los más importantes en Nueva York y Nueva Jersey, principalmente entre miembros de comunidades judías ultraortodoxas que no habían sido vacunados.