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Nacional / México

Ante la película Roma


Una actuación suya que nadie esperaba en la película llamada Roma, transformó a Yalizta en una sorprendente actriz puesta en tránsito de obtener un premio como el Oscar, legendario y contundente reconocimiento en la cultura cinematográfica, no sólo de Hollywood, sino en la propia del mundo entero. En la ceremonia de este domingo se conocerá hasta dónde llegó, en el contexto de esa premiación, el alcance del trabajo artístico de la joven oaxaqueña.


El particular caso suyo hay que entenderlo como relevante en extremo a la hora de juzgar su trabajo en esa película, que es la única en la que ha participado hasta ahora. Y es que ese inicial desempeño artístico propio le condujo, en la mecánica y valoración propias del Oscar, a la muy significativa y envidiable nominación de Mejor Actriz. Cabe recordar que antes de Yalitza Aparicio sólo otra artista mexicana como Salma Hayek había logrado esa misma nominación.
La película ha recibido también mucha crítica favorable al grado de que se espera que hoy obtenga por lo menos uno o dos de los varios Oscar para los que está nominada. De alguna manera podría resultar creíble que todo mundo en México sabe de qué se trata y cómo se desarrolla la historia de la película Roma. No deja de sorprender en estas alturas cómo la recreación de la vida familiar en una colonia del entonces Distrito Federal durante los años setenta, hizo este filme un éxito de crítica y aceptación general.
Por decirlo así, la película lo ”único” que hace es ponderar en los mejores términos sociológicos o afectivos el trabajo de una empleada doméstica al servicio de una familia acomodada que vive precisamente en la colonia Roma de la capital del país. En ese lugar vivió su infancia Alfonso Cuarón, director de la cinta. Pero dirigir no fue lo único que hizo este reconocido personaje. También escribió el argumento y se encargó de fotografiar la película.
Igualmente debe ser propio señalar, con fines meramente ilustrativos o culturales, que la trabajadora doméstica que personifica Yalitza Aparicio en la trama existe realmente. Se trata de Libo Rodríguez, una mujer de origen mixteco que trabaja para la familia del director Cuarón desde la década de los sesenta. Por ello, se sabe que el 90% de la historia de la película lo recreó con su memoria el propio Cuarón, en tanto que el 10% restante procede de los recuerdos tanto de Libo como de la mamá del realizador.
Por lo visto, entonces, la fidelidad de esos recuerdos, encuadrados en el propósito de poner de realce la positiva significación de las trabajadoras domésticas, aparte de la época misma en que se desarrolla la historia, resultaron elementos propicios y únicos para que la película Roma despuntara como un trabajo cinematográfico de gran aceptación. Y la mejor prueba de esta evidencia figura en el modo en que el filme logró nominaciones para el Oscar en 10 categorías.
Algo como lo anterior se antojaría improbable o extremoso en el ambiente de Hollywood, y más en tratándose de una película mexicana y, todavía más, protagonizada por una joven no sólo perfectamente desconocida en el ambiente cinematográfico, sino también carente de toda preparación cinematográfica. En efecto, Yalizta Aparicio ha dicho una y otra vez que jamás pensó vivir lo que hoy le está ocurriendo.
Y esto no está nada mal para una joven oaxaqueña que el día de hoy bien podría ganar un Oscar en la categoría de Mejor Actriz?sin saber nada de actuación. Increíble. Pero este es uno de los casos en que todo se conjuga para que una persona viva el esplendor de un sueño que nunca antes soñó y que de pronto se hace realidad. Al final, ganar o no el Oscar, deberá ser indistinto para Yalitza Aparicio. Ella misma lo dijo en una entrevista: “?y no sé si las cosas pasan por algo, pero aquí estamos”.
Y ciertamente, ella está allí, a despecho o envidia de dizque actores y dizque actrices de este país a quienes la envidia les ha corroído el alma. Es así porque muy posiblemente su máxima cercanía a un premio como el Oscar será ver sólo por televisión la ceremonia respectiva de hoy y todas las demás que vendrán. Sólo así se explica su coraje por la proyección de la chica oaxaqueña.