La mañana de este domingo 1 de junio, el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reapareció en público luego de ocho meses de mantenerse alejado del ojo mediático.
El exmandatario rompió su silencio para acudir a una casilla electoral en el estado de Chiapas y participar en lo que calificó como una jornada histórica: la primera elección nacional para renovar jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación (PJF).
Con un aspecto visiblemente más delgado, sonriente y sereno, López Obrador se presentó ante medios de comunicación y ciudadanos con el entusiasmo que lo caracteriza.
"Nunca, en la historia de nuestro país, el pueblo, de manera directa, había decidido y había tenido el derecho a elegir a jueces, magistrados, ministros del Poder Judicial. Es la primera vez en la historia", expresó con firmeza.
Asimismo, el expresidente recalcó que su participación se debía precisamente a lo trascendental de este momento democrático, y celebró que México viva hoy en un país libre donde el pueblo puede tomar decisiones fundamentales.
AMLO RESPALDA A LA PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO
Durante su breve interacción con la prensa, el exjefe del Ejecutivo también manifestó su respaldo total a su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a quien no dudó en elogiar:
"Tenemos a la mejor presidenta del mundo, Claudia Sheinbaum. Lo repito: la mejor presidenta del mundo", declaró con énfasis, reconociendo el papel clave que ella ha tenido en dar continuidad a esta reforma judicial iniciada por su administración.
El expresidente explicó que esta es apenas la tercera vez que abandona su finca en Tabasco desde que concluyó su mandato en 2024. Reveló que se encuentra en buen estado de salud y actualmente concentrado en la escritura de un nuevo libro sobre la historia y la grandeza cultural de México, el cual espera publicar hacia finales de este año.
"Estoy muy bien, de salud muy bien, y me da muchísimo gusto verles", concluyó. La presencia de López Obrador en las urnas no pasó desapercibida, marcando un momento simbólico que conecta su legado político con las transformaciones en curso, ahora encabezadas por Sheinbaum, en un país que continúa redefiniendo su democracia.