El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que el riesgo de propagación nacional y regional del virus del Ébola es muy alto, en especial porque los episodios de violencia e inestabilidad impactan la respuesta.
Aseveró que es necesario "un apoyo redoblado de la comunidad internacional" para colaborar con el Gobierno y las comunidades del país africano a construir sistemas de salud resilientes y poner fin al brote, declarado el 1 agosto de 2018 en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, con 993 casos y 621 decesos.
El actual brote es considerado el más letal de la historia de la República Democrática del Congo y el segundo del mundo, después del registrado en 2014 en África Occidental, que dejó 11 mil 300 muertos en más de 28 mil 500 casos.
"Este brote ha durado demasiado tiempo (...) Le debemos al pueblo de Kivu del Norte trabajar con ellos en solidaridad no solo para poner fin a este brote lo antes posible, sino para construir los sistemas de salud que abordan las muchas otras amenazas para la salud que enfrentan a diario", agregó Ghebreyesus.
De acuerdo con datos de la OMS, hasta el pasado 21 de marzo, 38 de las 130 áreas sanitarias afectadas tienen transmisión activa. Más de 44 millones de exámenes de detección en la frontera han ayudado a disminuir la propagación del ébola en esta población altamente móvil.