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¡15 días de vacaciones; regreso a clases!





Las mamá vans volverán a las calles echas la mocha. Los pitidos de las madres desesperadas que les toca la “ronda” antes de las siete de la mañana, volverán a despertar al vecindario. Ellas no salen más temprano para llegar a tiempo, mejor manejan más rápido y cometen todo tipo de infracciones de tránsito con tal de deshacerse de sus bendiciones cuanto antes, perdón, con tal de que sus hijos amados lleguen a clases a aprender algo nuevo.

Para los jóvenes y niños…y supongo que para los maestros… es­tos ¡15 días de vacaciones! Los hicieron desconectarse de tal manera de los estudios que se deben sentir como si estuvieran empezando un nuevo año.

El alcalde y las autoridades se dividirán a cómo puedan para desearles un “feliz” regreso a clases, mientras que los estudiantes se estarán durmiendo porque con tantos días de asueto perdieron la costumbre de desmañanarse y, si a eso le agregas los discursos comúnmente enfadosos de los funcionarios públicos, el cabeceo de los presentes se hará más que evidente.

Los camiones urbanos irán saturados; muchos llegarán tarde y otros no se presentarán porque no alcanzaron a llegar de fuera de la ciudad.

Ahora sí, junto con el regreso a clases inicia prácticamente el verano. Es como una regla no escrita en nuestro Municipio: siempre hay calor después de una Semana Santa y una Semana de Pascua frescas.

Las mamás vuelven a su rutina, regresan los gastos escolares extra y las tareas de última hora.

Los niños contarán todo lo vivido en ¡15 días de vacaciones!, aun­que para algunos fueron días de eterno aburrimiento.

Esto pasa en un México que tienen años sosteniéndose con alfile­res en lo referente a la economía, seguridad y educación.

En un país en donde el nivel de estudios de su población si acaso pasa de la primaria; en una patria en donde el último viernes de cada mes es inhábil por las reuniones “técnicas” de los maestros; en una nación en donde la gente, por lo general, deja los estudios por falta de recursos económicos, pero sus gobernantes viven con virreyes; en un México que se debate entre un memorándum anti Reforma Educativa y una Reforma Educativa al calor de la política inepta; en un país en donde el voto de los maestros es una moneda de cambio que vale más que su preparación, y en donde la novia de Chucky, terror de los niños, maneja las riendas de parte del en­tramado docente, a pesar de tener una uñas tan largas que le dan vuelta; bueno, estas son meras ocurrencias mías, porque en verdad en la educación de los niños mexicanos bien puede darse ¡15 días de vacaciones! Antes de salir a las vacaciones largas de verano.

Jesushuerta3000@hotmail.com