"Unas guerreras en nuestra comunidad"

Muchas veces no se habla de ellas con la admiración que merecen

"Unas guerreras en nuestra comunidad"

Cada año, al acercarse las fiestas decembrinas, surgen escenas que nos conmueven: madres solteras haciendo fila en las tiendas, con sus hijos tomados de la mano, estirando el gasto, organizando todo para que no falte nada. Como promotor empresarial en el Noroeste por más de 30 años, he conocido a muchas de estas mujeres que, además de criar, trabajan, estudian y participan activamente en su comunidad. Son verdaderas ciudadanas ejemplares.

ELLAS, LAS MADRES SOLTERAS

En nuestra comunidad, muchas veces no se habla de ellas con la admiración que merecen. Las madres solteras son un ejemplo de ciudadanía activa y silenciosa. Asumen el rol de madre y padre con una fuerza impresionante. No sólo llevan el sustento a casa, sino que también educan, guían y forman a sus hijos bajo principios y valores. Desde temprano, en la fila de la tortilla, en el camión rumbo al trabajo o en la reunión escolar, están presentes. Son pilares que sostienen no sólo hogares, sino también barrios enteros. En muchos casos, su mejor aliada es su propia madre, y juntas hacen un binomio poderoso que saca adelante a la familia. Como bien me decía doña Irma, vecina de la colonia Cajeme: "Yo crío a mis nietos con la misma garra con la que saqué adelante a mis hijos".

UN SECTOR CLAVE QUE DEBEMOS RECONOCER Y APOYAR

Según el Inegi, en México hay más de 4.5 millones de madres solteras, y esta cifra va en aumento cada año (Inegi, Censo 2020). Este dato nos habla de una realidad que no se puede ignorar. Muchas de estas mujeres no sólo trabajan, sino que además se capacitan, emprenden o estudian por las noches. Son maestras, enfermeras, cocineras, comerciantes, empleadas y emprendedoras. Sin embargo, también son víctimas de acoso en el trabajo, discriminación social o violencia económica. A pesar de todo, salen adelante. El reto de ser madre soltera no la detiene: las fortalece. Si como comunidad las reconocemos, las apoyamos y les abrimos espacios, ganamos todos. Sus hijos serán los profesionistas, emprendedores, líderes y ciudadanos del mañana. Apoyarlas hoy es sembrar un mejor futuro para todos.

EL EFECTO DOMINÓ DE LA SOLIDARIDAD CIUDADANA

¿Qué pasa si las apoyamos? Si los jóvenes, adultos y vecinos nos organizamos para hacer pequeñas acciones—cuidar a sus hijos un rato, ofrecer transporte, compartir alimentos, invitar a participar en actividades del barrio—no sólo les damos un respiro: fortalecemos la red comunitaria. En la colonia Luis Echeverría, hace unos años un grupo de vecinos organizó una posada tradicional sólo para madres solteras. ¿El resultado? Lazos más fuertes, hijos más motivados y un ambiente vecinal más sano. Si empezamos a reconocer su esfuerzo públicamente, a integrarlas y no a juzgarlas, podríamos generar un efecto dominó de respeto, gratitud y unidad. Ser un buen ciudadano empieza por mirar al otro con empatía y actuar desde lo que sí podemos hacer.

MINI-RETO DE LA SEMANA:

Invita a una madre soltera de tu colonia a compartir un café y escuchar su historia.

Un buen ciudadano no se construye sólo en las urnas o pagando impuestos, sino cada día, al mirar con respeto y actuar con solidaridad. Si apoyamos a nuestras guerreras, ganamos todos.

NotasE@corporativoimpulso.com.mx