Pareciera más "inoportuno" este texto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, pero bueno, es parte de su función, que como algunos pensamos, abre el debate y la profundización sobre estos títulos marianos que algunos santos en la Iglesia, entre ellos San Juan Pablo II, que en siete ocasiones diferentes la llamó "corredentora"; con esto esperamos que se siga profundizando como recomienda este documento y con esto llegar a un discernimiento católico sobre la posibilidad de un nuevo dogma Mariano.
El extenso texto es una nota doctrinal del dicasterio titulada "Mater Populi Fidelis", enfocada en aclarar la comprensión de varios títulos marianos relacionados con la cooperación de María en la obra de la salvación o redención. La razón principal es responder y clarificar cuestiones relacionadas con la devoción mariana y el uso de ciertos títulos marianos.
La nota surge como una respuesta a una serie de situaciones y preocupaciones específicas que han llegado a la Santa Sede: respuestas a consultas históricas, necesidad de clarificación dogmática, abordar expresiones problemáticas en nuevas devociones, problemas teológicos y terminológicos, preservar el equilibrio de la fe, esfuerzo pastoral y ecuménico. Además, tiene la intención de "acompañar y sostener el amor a María y la confianza en su intercesión materna", buscando valorar y alentar la piedad del Pueblo fiel de Dios.
En esencia, la nota se propone trazar líneas claras sobre el lenguaje mariano para asegurar que la devoción a María permanezca siempre subordinada y orientada a la única figura de Cristo.
El documento, emitido en noviembre de 2025, responde a consultas y propuestas sobre la devoción mariana, buscando clarificar en qué sentido son aceptables títulos como corredentora y mediadora de todas las gracias, a la luz de Cristo como único mediador y redentor. La nota desaconseja el uso de "corredentora" y aconseja prudencia con "mediadora", argumentando que tales términos podrían oscurecer la mediación exclusiva de Cristo. En su lugar, el texto enfatiza el papel de María a través de su maternidad espiritual e intercesión como Madre del Pueblo fiel, destacando su colaboración subordinada y dispositiva, que no añade ni disminuye la obra perfecta de Cristo.
¿HAY PROHIBICIÓN SOBRE EL TERMINO MARÍA CORREDENTORA, Y MARÍA COMO MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS?
La presente nota doctrinal, aborda la aceptabilidad de diversos títulos marianos, incluyendo "corredentora" y "mediadora de todas las gracias". Si bien NO se establece una prohibición explícita, los documentos indican que el uso de estos términos es inapropiado o inoportuno debido a razones dogmáticas, pastorales y ecuménicas.
Aquí le detallamos la posición respecto a ambos términos, según el documento nota doctrinal:
SOBRE EL TÍTULO "CORREDENTORA"
El documento concluye que el uso de este título para definir la cooperación de María es inoportuno, por requerir siempre aclaración, para evitar mala interpretación.
1.- RIESGO TEOLÓGICO: El principal problema es que el título de corredentora corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo. Cristo es el único Redentor, y su obra ha sido perfecta y no necesita añadido alguno.
2.- POSICIÓN DEL MAGISTERIO RECIENTE:
*El Concilio Vaticano II evitó utilizar el título de corredentora por razones dogmáticas, pastorales y ecuménicas.
*El Cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, expresó en 2002 su opinión claramente contraria al uso de este título, sosteniendo que la fórmula "Corredentora" se aleja demasiado del lenguaje de las Escrituras y de la patrística y, por lo tanto, provoca malentendidos. Ratzinger lo catalogó como un "vocablo erróneo".
*El Papa Francisco expresó su posición claramente contraria al uso de este título en al menos tres ocasiones, señalando que "El Redentor es uno solo y este título no se duplica".
3.- INCONVENIENCIA: Se considera inconveniente porque, cuando una expresión requiere muchas y constantes explicaciones para evitar que se desvíe de un significado correcto, "no presta un servicio a la fe del Pueblo de Dios".
Por supuesto que los que la seguiremos llamándola así en las catequesis, y daremos todas las explicaciones necesarias para evitar desviaciones, mientras se llega aun discernimiento definitivo de este posible quinto dogma mariano.
SOBRE EL TÍTULO "MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS"
El dicasterio señala que este título tiene límites que dificultan la correcta comprensión del lugar único de María.
1.- RIESGO TEOLÓGICO: Este título corre el peligro de ver la gracia divina como si María se convirtiera en una distribuidora de bienes o energías espirituales en desconexión con nuestra relación personal con Jesucristo. La gracia santificante es un don gratuito de Dios infundido por el Espíritu Santo en nuestra alma, y este misterio no puede estar condicionado por un "paso" a través de las manos de María.
2.- GRACIA PERSONAL E INMEDIATA: La comunicación de la gracia santificante implica un encuentro íntimo, directo e inmediato entre el Señor y el corazón del creyente. Ninguna persona humana, ni siquiera María, puede actuar como dispensadora universal de la gracia, ya que sólo Dios puede regalarla y lo hace por medio de la Humanidad de Cristo. El Concilio Vaticano II enseñó que la influencia de la Virgen "de ninguna manera impide la unión inmediata de los creyentes con Cristo".
3.- FUNDAMENTO EN LA REVELACIÓN: El Cardenal Ratzinger también expresó que el título de María Mediadora de todas las gracias no se veía claramente fundado en la Revelación.
4.- USO ACEPTABLE DEL CONCEPTO DE MEDIACIÓN: Aunque la mediación de Cristo es exclusiva y única, la cooperación de María en la obra de la salvación se entiende de manera subordinada y participada. Su función de intercesión es real y tiene un valor y eficacia singulares. Es más apropiado entender su acción como maternal e intercesora, ya que ella implora para nosotros los auxilios del Espíritu Santo, llamados "gracias actuales", para que abramos el corazón al Señor. Por ello, el Concilio Vaticano II prefirió llamarla "Madre en el orden de la gracia".
En resumen, la nota doctrinal aconseja evitar el uso de "corredentora" porque oscurece el papel único de Cristo y considera que "mediadora de todas las gracias" tiene límites significativos, prefiriendo centrarse en la maternidad, cooperación e intercesión de María.
OREMOS:
María Santísima, colaboradora de la redención de Jesús en la obra de la Salvación, ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que tu intercesión nos alcance la gracia santificante suficiente para lograr el arrepentimiento para nuestra conversión, así como la reparación de nuestros pecados. Gracias Madre del Cielo porque como en las Bodas de Caná, intercedes por nosotros, pidiéndonos que "hagamos todo lo que él (Jesús) nos diga". Amén.




