Las Plumas

Todos contra Claudia

Políticos debaten si en los “accidentes” en el Metro de la CDMX hay problemas de descuido o quieren es que se descarrile sea la jefa de Gobierno

Todos contra Claudia

A estas alturas, ni a quién irle. Todos son sospechosos. Los de la derecha y los de la izquierda. Ninguno se salva, porque ya han mostrado, en solamente cuatro años de Gobierno, cuán maquiavélicos pueden ser cuando se lo proponen.

Y es que durante las últimas semanas se ha estado debatiendo si en los “accidentes” en el Metro de la Ciudad de México hay en verdad un problema de descuido o más bien lo que alguien, o muchos, quieren es que quien se descarrile sea la jefa de la Ciudad de México.

Lo curioso es que entre los políticos las sospechas derivan hacia los contrarios o, como luego se dice, ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.

Hay mucha insistencia en algunos “formadores de opinión pública” afines a la Cuarta Transformación, como por ejemplo Epigmenio Ibarra, para quien ya resulta obsesivo culpar de todo a los conservadores o la derecha, como ellos le llaman.

Es tanta su obstinación que más bien parece que le vendría aplicar en sus críticas aquella situación del ladrón que alerta a la Policía de que el “culpable” salió en cierta dirección, cuando es él en verdad el responsable del atraco.

A estas alturas, son muchos los sospechosos. Por supuesto que a los del PRI, PAN y PRD les interesa que la jefa de Gobierno entre en la vía del desencanto entre sus seguidores “porque no atiende al Metro”.

Hay quienes desde esos partidos, claro, pueden armar no solamente esos sabotajes sino muchas otras maquiaveladas. Experiencia, la tienen y personas afines, también y no solamente en el Metro sino en muchas otras actividades públicas y privadas de la Ciudad de México y el país. Su paso por los gobiernos no fue en vano.

Por lo tanto, claro está, se ponen en la mira de quienes creen que desde esa trinchera pudieran estarse armando los ataques, más que contra el Metro, contra la jefa de Gobierno.

Pero no podemos descartar el fuego amigo. A Marcelo Ebrard, pero sobre todo a Adán Augusto López, se les cuecen las habas por estar en la posición alcanzada por Claudia Sheinbaum Pardo ante la opinión pública.

Ninguno de esos dos personajes se le acerca, ni de broma, en las encuestas que desde diversos medios y empresas se han estado divulgando y que favorecen ampliamente a la morenista allegada al presidente de la República.

Tan solo ayer, la jefa de Gobierno figuró como la mejor posicionada para la candidatura presidencial en 2024, de acuerdo con la última medición de El Heraldo de México y la empresa Polígrama.

A la pregunta de: ¿Cuál de los siguientes personajes considera que sería el mejor candidato o candidata de Morena a la Presidencia de México?, los entrevistados respondieron y situaron a Sheinbaum Pardo en primer lugar; al canciller Marcelo Ebrard Casaubón en segundo; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en tercero, y al senador Ricardo Monreal, en una cuarta posición.

Sheinbaum Pardo, en primer lugar, obtuvo 30.10 por ciento; Ebrard Casaubón, 22.60 por ciento; Adán Augusto López Hernández, 16.30 por cierto; Ricardo Monreal 10.70, y la pregunta “no sabe”, tuvo 20.30 por ciento.

Esa es una muestra solamente y, por supuesto que hay razones para que el sospechosismo invada las mentes en contra de Ebrard Casaubón y López Hernández, pues blancas palomitas no son. Ambos provienen del PRI represivo de aquellos años en que junto con López Obrador militaron como tricolores.

Experiencia en maquiaveladas, la tienen también. Ya lo han mostrado en estos primeros años de Gobierno morenista. Y ni modo que no hayan aprendido de su jefe, que se ha aventado unas muy buenas para sacar del camino a quienes no comulgan con sus ideas.

En fin, como se decía al principio, ni a cuál irle. Como decía mi abuela: cuanto más conozco a los políticos, más quiero a mi perro.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com