Uno de los temas del momento es la elección del nuevo Papa León XIV, luego de que, el papado en manos del Papa Francisco fuera uno de los más politizados de los que se tenga memoria, se espera que esta nueva etapa de la Iglesia Católica con más de 1 mil 400 millones de seguidores a nivel mundial, continúe los pasos de su antecesor, no solamente en materia de las formas, sino más bien, del fondo de la actuación de la Iglesia en momentos de política y socialmente complejos a nivel mundial.
Es debido a lo anterior que, recientemente he recordado uno de los temas que, sin duda, marcaron la historia de nuestro país y son parte medular de lo que somos como nación en la actualidad, por lo que, hablar y reconocer del pasado, es también entender nuestro presente y actuar para tener el futuro que deseamos. Hablamos del periodo conocido como la Revolución Mexicana, misma que en el caso de Sonora tuvo una gran relevancia, ya que, fue en este momento cuando el Estado de Sonora se incorpora, no solamente de manera jurídica, sino también en materia política en la historia de nuestro país con la llegada de cuatro presidentes de la República nacidos en nuestra Entidad, por lo que, hablar de la Revolución es también hablar de Sonora.
Sin embargo, hay un episodio de la Revolución Mexicana que, a quienes nacimos y nos formamos en el Estado de Sonora, tal como si se tratara de un capítulo de una serie de televisión que no quieres ver, simple y sencillamente se le ha decidido dar "siguiente", a un tema que se ha convertido en una especie de tabú en la historia de Sonora. Hablamos de la etapa conocida como "Guerra Cristera", la cual, inició en el periodo presidencial del nacido en Guaymas y fundador de lo que hoy es el PRI, Plutarco Elías Calles, quien desde su periodo como gobernador de Sonora promulgó leyes en contra de la religión católica como la expulsión de sacerdotes de la Entidad, entre otras. Sin embargo, fue a su llegada a la presidencia cuando firmó la tristemente célebre "Ley Calles", la cual, en pocas palabras buscaba limitar y controlar a la fe católica con normas que van desde la reducción de sacerdotes a tan sólo uno por cada 6 mil habitantes, hasta la imposibilidad de la Iglesia para poseer bienes que pasarían a manos del Estado con severas penas que en la mayoría de los casos llegaban a lo inhumano. Debido a lo anterior, surgió en nuestro país, pero especialmente en la zona del bajío, un movimiento armado al que se le llamó "Ejército Cristero", el cual, estaba compuesto por hombres y mujeres fieles a la Iglesia que optaron por alzarse en armas para revertir lo que consideraban una injusticia y defenderse de atropellos de generales callistas como Tomás Garrido Canabal, quien después de ser gobernador de Tabasco y participar en la Guerra Cristera, se llamó a sí mismo el "enemigo de Dios en la tierra".
El conflicto llegó al grado bélico, considerado por muchos el último levantamiento armado del periodo de la Revolución, por lo que, luego de casi 250 mil muertes, se llegó a un acuerdo por parte del clero y el Gobierno mexicano para lograr un armisticio que, en el caso de Sonora con esta guerra, no terminó ahí, ya que, años después con la reelección de Álvaro Obregón como presidente de México, en una comida llevada a cabo en julio de 1928, fue un miembro de las huestes cristeras, José de León Toral, quien bajo el pretexto de hacerle un retrato disparó en seis ocasiones acabando con la vida del último presidente electo nacido en Sonora.
Sin duda, más allá de las creencias que cada quien pueda profesar, conocer nuestra historia es conocernos a nosotros mismos, hablar de temas como la Revolución, la Guerra Cristera, Calles y Obregón, es también hablar de Sonora.
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