Se aleja la autosuficiencia alimentaria

Como si fueran productos de baja necesidad en el transcurso de los tiempos en México, la importancia de la producción agrícola no siempre ha resultado agraciada con las políticas públicas.

Porque si se revisa la historia se encontrará que siempre ha sido una controversia el alcanzar los apoyos necesarios para continuar con lo que se dice que es una prioridad social.

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Y que es cierto que siempre se llega a pensar así porque si algo existe en la mayoría de los gobiernos federales, es que uno de sus propósitos es la autosuficiencia alimentaria.

Que siempre ese comentario de propósitos futuros en las campañas electorales, ha abierto la esperanza para que los productores agrícolas tengan la esperanza de que ahora si serán buenos años.

Pero desafortunadamente los tiempos pasados han logrado hacer saber a los productores mexicanos, que no es la realidad productiva como se dijo en un inicio de Gobierno que sería.

Porque, continúa la intención de producir alimentos, inicia con la misma peregrinación para lograr establecer los cultivos cíclicos, que al final llegan a los momentos de los precios y los apoyos.

Y eso no ha cambiado independientemente de las características que han tenido las oficinas oficiales responsables de dirigir las políticas agrícolas y de buscar alcanzar suficiencia productiva.

Porque no nada más ha sido producir, sino lograr buenos precios y además alcanzar apoyos oficiales para buscar la productividad agrícola y tener en la agenda plantones y entrevistas con funcionarios.

Y esa forma de atención y controversia con el campo se tiene desde el sexenio donde se buscaba la autosuficiencia alimentaria, que alguna vez se convirtió en oficina como Sistema Alimentario Mexicano(SAM).

Que también fue una buena intención política no productiva para lograr que el país fuera autosuficiente en producción agrícola, lo cual no se hizo a pesar de la intención.

Porque han sido muy diferentes las necesidades de los productores a los propósitos oficiales que permitan alcanzar el objetivo alimentario de la suficiencia nacional.

Y hoy en día ya no nada más se tienen que atender por parte del Gobierno Federal las demandas de los productores nacionales, sino que también de los productores extranjeros que son proveedores.

Que como parte del contenido del Tratado de Libre Comercio (TLC) y ahora del Acuerdo Comercial vigente que lo sustituyó, también tienen su cuota de comercialización hacia el mercado mexicano.

Y esa proveeduría de productos agrícolas y más ya estaba en el acuerdo y se ha ido incrementando con el tiempo en sus montos de adquisición nacional según las necesidades de materias primas.

Pero además ahora, las condiciones hídricas de las regiones nacionales productoras de alimentos han ido cambiando con los tiempos y ya no producen lo que antes hacían porque no hay agua.

Y otras no producirán, porque no existe rentabilidad agrícola en lo que antes producían, porque es más el riesgo y el costo para lograr una producción de beneficio, aunque se diga hay demanda de los productos.

Una real muestra está en la demanda de maíz que tiene hoy México del exterior, aunque sobra donde y como producirlo en las regiones, pero sólo la aplicación de una política agrícola efectiva lo haría.

Y con el tiempo el cambio climático, el mercado y el crecimiento poblacional, cambiarán las condiciones de la producción agrícola en el mundo y ahí México tiene que ver si será productor o comprador.

DEL ESCRITORIO

Con el incremento del salario mínimo a partir del primero de enero de 2025, que pasará de 248.93 a 278.78 pesos diarios a nivel nacional y en la frontera norte pasará de 372.89 a 419.88 pesos diarios, todavía México se ubica en la cuarta posición de pago por jornada laboral diaria en América Latina, siendo la segunda economía después de Brasil... En una economía con interés de acelerar su crecimiento y prosperidad como la mexicana, es de interés de que las prácticas de ejercicio del presupuesto público sea el del gasto corriente y el gasto de inversión, no hasta el inicio del primer trimestre como se estila... Desde siempre la palabra incertidumbre ha acompañado a la economía mexicana, y todo porque no se termina de entender de que ninguna economía en el mundo tiene el futuro positivo asegurado y menos en el presente.