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Las Plumas

Retos de los nuevos alcaldes

Las campañas han quedado atrás; ahora es tiempo de demostrar de qué están hechos los munícipes y responder a las expectativas


Recién han tomado protesta alcaldesas y alcaldes en los 72 municipios en Sonora. Se acabó el tiempo de las promesas de campaña y llegó la hora de demostrar a la ciudadanía de qué están hechos en cuanto a los resultados esperados.

A continuación, algunas ideas sobre los retos de los alcaldes recién estrenados:

1) Honradez: Hay un hartazgo ciudadano por los escándalos de corrupción en los tres niveles de Gobierno y los municipios no son la excepción. Como primer reto, un alcalde requerirá compartir su 3 de 3 (Declaración patrimonial, fiscal y de intereses), junto con sus principales funcionarios. Y en el mismo tenor está la rendición de cuentas de su administración.

2) Equipo de colaboradores sólido: Un buen alcalde requiere un equipo de profesionistas expertos en las diversas dimensiones de un municipio. Salen muy caro funcionarios sin la preparación, experiencia ni madurez integral para resolver de manera adecuada las diversas problemáticas que tiene una ciudad. La clave del éxito del ejecutivo municipal será la calidad de sus funcionarios, apoyado en sus decisiones por la sociedad organizada. Si alguno de estos perfiles no da el ancho, se va a requerir hacer movimientos en tiempo y forma para evitar dolores de cabeza.

3) Participación ciudadana: Ha sido la norma que un candidato busque hasta debajo de las piedras a todos los ciudadanos que se pueda encontrar en su camino para solicitarle su voto. Sin embargo, a su llegada al poder no toma en cuenta a los ciudadanos en la elaboración de prioridades a través de un presupuesto participativo, por ejemplo. En el reto de la inclusión ciudadana en las decisiones de políticas públicas están el implementar un comité ciudadano de compras, un comité ciudadano de licitaciones para la obra pública, un consejo ciudadano de contraloría, un consejo ciudadano con mayores facultades ejecutivas en paramunicipales como los organismos operadores de agua potable, un consejo ciudadano que apoye el desarrollo económico o la seguridad pública, entre otros. En cada ciudad hay liderazgos ciudadanos dispuestos a aportar sus talentos y tiempo para la mejora del Municipio. Sólo es cuestión de la voluntad del presidente municipal para sumar realmente estos talentos ciudadanos.

4) Finanzas sanas: Un presidente va a administrar los recursos de una comunidad. De ahí que si no maneja eficientemente herramientas como planeación estratégica, administración óptima de recursos humanos y financieros, análisis de proyectos, entre otros, difícilmente podrá encauzar adecuadamente a su equipo de trabajo y a una ciudad. Todos los municipios tienen como retos reducir el gasto corriente y aumentar el gasto estratégico en inversión. Urge un reordenamiento municipal que disminuya la nómina de confianza y el gasto de operación para invertir en equipamiento para la seguridad pública, los servicios y espacios públicos, por ejemplo.

5) Visión globalizada: En el mundo globalizado en que vivimos, se busca un alcalde que promueva la inversión en su región y así propicie el crecimiento económico y social. Un alcalde que sea capaz de unir fuerzas entre los sectores empresariales, sociales y universitarios que permita la consolidación de un proyecto real y tangible de desarrollo económico. Si la gestión de un alcalde no le agrega valor para atraer y retener inversiones, va propiciando un Municipio con un futuro incierto para sus gobernados.

6) Cultura de servicio al ciudadano: Necesitamos que los ayuntamientos ofrezcan un mejor servicio de calidad a la ciudadanía; mejorar los tiempos de respuesta a las áreas de oportunidad en seguridad pública, servicios públicos, agua potable, espacios públicos, etc. El reto es mejorar procesos apoyados por las nuevas tecnologías y un recurso humano que esté con la camiseta puesta hacia los ciudadanos, que son su razón de ser.

7) Madurez humana: La ciudadanía espera tener un líder municipal con una sólida formación humana. Una persona que es congruente entre lo que dice y hace. Una persona responsable, puntual, trabajadora, con capacidad para escuchar a los demás, proactiva, entusiasta, que no se confronte con los ciudadanos que piensan distinto a su persona. Un alcalde que busque más el beneficio de la comunidad y no el personal, familiar o el de su partido.

Obviamente, existen otros factores que por falta de espacio no podemos compartir. Pero dándole seguimiento a algunos de estos retos más el apoyo de la ciudadanía, habría elementos para generar mejores los resultados. Ojalá y vengan mejores resultados para los ciudadanos de parte de sus autoridades municipales. Usted, ¿qué piensa?

@rafaelroblesf

Lic. En Filosofía. Maestro en educación con especialidad en comunicación en el Tecnológico de Monterrey.