Rebelión de cajemenses
Quizá los diputados no quisieron entrarle al toro del presupuesto para allegar recursos a Cajeme, pues la mira la traen puesta en el 2024
Muy preocupante que poco a poco se vaya internando en el ánimo de los dirigentes empresariales y de organizaciones de Cajeme la idea de que ni al Gobierno ni a diputados les importa mucho el crecimiento de este que es el segundo Municipio de Sonora. Este miércoles se reunieron los integrantes de los organismos para deliberar qué se va a hacer para gestionar un presupuesto de obras más abundante para la comunidad, pues, por lo visto, Gobierno y legisladores están desperdiciando una oportunidad de oro para mejorar a Cajeme. Y no crea que los actuales solamente. Durante muchos sexenios, el segundo Municipio de Sonora ha estado marginado de las grandes obras. Las últimas de ellas, quizá, se vieron durante el gobierno de Jesús Félix Holguín, quien se agarró de la mano con Eduardo Bours Castelo y lograron acciones que transformaron a la ciudad. De ahí en adelante, los alcaldes y el Gobierno estatal se han dedicado a lo superfluo, como, por ejemplo, la remodelación de las plazas públicas centrales de las cabeceras municipales, que no solamente fueron contrarias al sentir de la población, sino que sirvieron para que unos cuantos, constructores y funcionarios, se enriquecieran. Otros solamente llevaron “progreso” a las zonas donde sus familias tienen terrenos para que adquirieran mayor plusvalía, pero la corrupción se ha notado desde el momento mismo en que a menos de tres años de haber concretado las obras, su ínfima calidad se hizo evidente. Por eso, Esteban Brajcich Roki, Alejandro Ibarra y Raúl Ayala, pese a tener diferencias en cuanto al organismo que como restauranteros representan, unieron sus voces para reclamar por qué al segundo Municipio de Sonora se le está ninguneando en materia de recursos y obras. Adriana Torres de la Huerta, de los industriales; Ivonne Llamas Ascencio, de los comerciantes; Verónica Mungarro Covarrubias, de la Canadevi; Sagy Álvarez Cortez, Roberto Gamboa, Omar Guillén, Jaír Castro, José Antonio Díaz, Nancy V. Camacho, Luis Felipe García de León, Elisa Morales y representantes de otras organizaciones, unieron sus ideas para acudir con el gobernador Alfonso Durazo Montaño en las próximas horas. A los diputados locales se les ha convocado, pero este miércoles solamente acudió Jorge Russo Salido, quien trae documentado todo lo del presupuesto, pero en realidad su mira está puesta solamente en 2024, al grado de deslizarle a los empresarios que de ese grupo, este miércoles reunido, debe salir un candidato de la sociedad. Lo que menos desean en estos momentos los organizadores de estos encuentros es ser candidatos, pues además de no ser lo suyo, lo que desean es detener la caída en picada que desde hace varias décadas tiene el Municipio. Y eso le debe quedar claro a los otros legisladores, que tienen la idea de que la sola fuerza de Andrés Manuel López Obrador les va a ayudar para volver a ganar las elecciones. Se ha ido desprestigiando tanto la figura presidencial, que, la verdad, con todo y ser popular, no le alcanza para decir que ha encabezado un Gobierno eficaz. A Raúl Castelo Montaño, otro diputado, todavía le han de estar chillando los oídos de todo lo que se dijo de él, porque, si bien acudió al sitio del encuentro empresarial y de las organizaciones, no quiso entrar a exponer sus argumentos sobre por qué destinaron a Cajeme tan poco dinero y no se atrevieron a pelearle al Ejecutivo más presupuesto. No sé si ya el Gobierno local, estatal o federal, alcanzaron a documentar lo que se está gestando con esta falta de presupuesto para el Municipio, pero el hecho se reunir a tantos dirigentes ya es un indicio de que, si no son atendidos como debe ser, pueden armar un conflicto mayor. A ver si no regresan las estrategias esas como las de medirle el agua de sus empresas para que algunos doblen las manos a favor del pensamiento oficial. Ojalá y ese tipo de represión no se vuelva a presentar, sino que las autoridades atiendan un clamor que no es sólo de los empresarios, sino de toda la población, porque desde hace ya varios años se ha dejado a esta comunidad a la buena de Dios. Por ahí debe existir un poquito de voluntad política para evitar más desaguisados. Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com