Las casetas de cobro
Polémica Máynez-“Alito”
Por lo menos en el sur del Estado es patente que el tema de las casetas de peaje carretero no pasa de moda. Incluso podría decirse, sin asomo de exageración conceptual o práctica, que se trata incluso de un estado de cosas con propia singularidad histórica. Es así, por la forma en que no ha podido ser digerido por la ciudadanía y por el modo en que las autoridades gubernamentales resolvieron mantener, a toda costa al paso de los años, el pago de cuota al transitar por la carretera Internacional.
En realidad, bien cabría pensar o suponer que el peaje carretero a que se alude nunca ha estado en riesgo de quedar sin efecto. Por el contrario, históricamente siempre fue posible advertir el férreo ánimo gubernamental para mantenerlo en pie. Las exigencias o protestas para que sucediera lo contrario, en realidad nunca pasaron de ser, precisamente, eso; es decir, protestas que no llegaron más allá de este lindero conceptual. Una solución salomónica al respecto consistió en que los residentes del sur del Estado transitaran libremente por las casillas de peaje ubicadas en el norte y sur de Navojoa, al amparo de un “chip” vehicular.
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Empero esta medida, que funciona y todo, siempre ha estado bajo diversos cuestionamientos ciudadanos. El caso es que, recientemente, una vez más salieron a flote objeciones y críticas en contra de las casetas de peaje sureñas y los abusos que se cometen en el contexto de su funcionamiento. Por ejemplo, el presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Navojoa, Martín Soria Rivera, tomó palabra pública para formular planteamientos interesantes en relación con el tema que se comenta. Y dijo, por ejemplo, que debería establecerse un “chip” preferencial para todos los sonorenses, en lo que definió como un programa en el que no existan trabas burocráticas.
Bien se sabe, pero vale la pena recordarlo, que, particularmente, en el sur de la Entidad siempre han existido voces que suelen expresarse con el fin de racionalizar en beneficio ciudadano la operación de las casetas de cobro carretero. La propia expresión de Soria Rivera es una buena prueba de ello. Por lo demás, no deja de ser sintomático que, a lo largo de, por lo menos, 30 años de historia reciente, en esta parte sureña de la Entidad no se haya quitado el dedo del renglón en lo que concierne a lo que debería ser un razonable funcionamiento de los puestos de cobro carretero existentes. A ver qué pasa en los venideros 30 años, diría alguien.
Y en contra de lo esperado, que hacía ver la conveniencia política de no seguir con la misma rijosidad, sucedió precisamente lo contrario, porque de alguna manera el pleito entre conocidos personajes de la política nacional escaló todavía a niveles mucho más hostiles y hasta inconsecuentes por la vulgaridad de algunas expresiones que salieron a relucir. En este sentido, Alejandro Moreno Cárdenas se lanzó, prácticamente, con todo contra Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC).
En esencia, “Alito” le mandó decir a Máynez que si le hace falta masculinidad, él le puede prestar, “porque hay que defender a México”. Realmente, el líder priista utilizó una popular, aunque altisonante y convencional, expresión que alude o describe el sentido del valor o la hombría. No significa el fin del mundo expresarse de esta manera en una polémica. Lo que pasa es que no se esperaría que, en polémicas de cierto nivel político, salgan a relucir expresiones como las que utilizó Moreno Cárdenas.
El dirigente priista se advirtió mucho más pertinente cuando, por ejemplo, dijo que hay que defender a México. “Esto es por defender a México”, añadió. Y también sentenció: “Esto es por México. Esto no es una borrachera en un palco de futbol. Esto es el país, hay que defender la libertad, la democracia”. Máynez, mientras tanto, no pareció tomar muy en serio los dichos formulados por Moreno Cárdenas y a lo mejor hizo hasta bien.
Optó mejor por revelar los nombres de quiénes preferiría como dirigentes del PRI y el PAN, en sustitución, obviamente, de “Alito” y Marko Cortés. Ante una actitud personal como la que se describe, parecería entonces que Máynez no tiene muchas cosas en qué ocuparse siendo como es, un candidato presidencial en toda forma. Cabría suponer que el tema que tiene que ver con quiénes ocupan o no los mandos en PRI y PAN, es un asunto que debe quedar un tanto retirado de sus preocupaciones políticas inmediatas. De todas formas, mencionó que Beatriz Paredes Rangel debería dirigir el PRI y Juan Carlos Romero Hicks o Damián Zepeda el PAN. Así como se lee lo dijo Máynez. Aunque quizá mejor haría en ocuparse de los pormenores de su campaña.
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