Las benéficas devaluaciones del peso

Porque esta situación de movilidad de la paridad cambiaria, ha sido una característica de incertidumbre que ha acompañado a la economía mexicana y a la mayoría de los mexicanos.

Y que con el tiempo se llegó a pensar que las devaluaciones, eran parte de la vida diaria de la sociedad mexicana y que lo único que habría que hacer, era acostumbrarse a ello.

Pero conforme fue avanzando el tiempo, posterior a la paridad que se tenía de 12.50 en el periodo de 1964 a 1970, las devaluaciones fueron continuas, haciendo que el peso valiera cada vez menos.

Porque siempre ha sido muy común que se diga por las personas de generaciones anteriores, que los pesos valían más antes, porque se compraba más antes que ahora.

Y puede ser que se tenga bastante razón en los movimientos de la paridad peso-dólar, porque la economía es dinámica y más cuando México se abre a los mercados mundiales, la situación de cambio.

Que conforme fue cambiando el mundo, la economía mexicana entró en bastantes turbulencias, que llegó a presentar un valor por arriba de los tres mil pesos por dólar.

Y fue hasta la administración federal de 1988-1994, cuando se aplica una política monetaria cosmética para que la paridad se ubicara nuevamente en dos dígitos.

Pero lo que hoy sucede que después de estar bastante acostumbrados en las devaluaciones continuas, se dice que de alguna forma la dureza del peso, que existe en la actualidad no es benéfica.

Porque, comentan algunos analistas, que no es bueno que permanezca mucho tiempo el superpeso porque afecta a las importaciones y las exportaciones, lo que llega a determinarse que no es así.

Al determinar que las devaluaciones, siempre vienen acompañadas de crisis en todos los indicadores de la economía, como ha sucedido en el pasado y sólo algún sector era beneficiado, pero la mayoría no.

Necesariamente se tiene que pensar que las devaluaciones tienen sus ventajas, como en las exportaciones de mercancías que se vuelven más baratas y competitivas, lo que le da movimiento a la demanda interna.

Y las desventajas hacen que una devaluación de la moneda impacte de forma directa a toda la sociedad, porque las importaciones se volverán más caras y específicamente las materias primas, que son base para la producción y desarrollo de productos de consumo básico y productivo, lo que hace que disminuya de forma directa el poder adquisitivo al demandarlas.

Y en su movimiento de precios para el último consumidor, hace que se genere inflación de forma continua, si la paridad cambiaria se encuentra en deslizamiento continuo.

Haciendo con ello que la capacidad de compra se vaya limitando como ha sucedido en años anteriores, cuando las devaluaciones eran acciones de todos los días y que se hacía sentir normal.

Pero es cierto que beneficia a un sector de la sociedad una devaluación, pero perjudica de forma directa a la mayoría de la sociedad y no se necesita ser economista para determinarlo.

Solo es cuestión de ver la capacidad de compra que tiene la moneda mexicana en estos tiempos y cómo se ha tenido que venir reevaluando con diferentes acciones, para recuperar el poder adquisitivo perdido.

DEL ESCRITORIO