En la ciudad sabemos que las oportunidades no siempre llegan fáciles: hay que buscarlas, crearlas y defenderlas. Como promotor de la actitud emprendedora, he visto a jóvenes, profesionistas y hasta adultos mayores transformar una idea sencilla en un proyecto digno. Hoy quiero hablarte de William Peck, personaje del Libro "El Jarrón Azul" de Peter B. Kyne, cuya discapacidad física no le impidió demostrar tenacidad, disciplina y pasión en plena era industrial. Su historia nos recuerda que el verdadero capital del emprendedor no son sus recursos, sino su actitud.
EMPRENDER ES CRECER COMO PERSONA Y COMO COMUNIDAD
Cuando alguien decide emprender, no sólo se beneficia a sí mismo. En Cajeme, cada pequeño negocio genera movimiento: satisface clientes, fortalece proveedores y aporta impuestos que se traducen en obras públicas. Según datos del Inegi (2022), más del 95% de las empresas en México son micro, pequeñas o medianas, y generan cerca del 70% de los empleos formales. La lección es clara: cada emprendimiento, por humilde que parezca, es un motor para la comunidad.
Acción concreta: Si tienes una idea rondando en tu cabeza —un servicio de reparaciones, una cocina económica, una aplicación móvil—, no la guardes más. Dale forma en papel, calcula costos, imagina clientes y atrévete a dar el primer paso.
DEL TALLER CASERO AL NEGOCIO ESTRUCTURADO
La historia de William Peck inspira porque nos muestra que incluso con limitaciones físicas, la perseverancia abre puertas. Muy cerca de nosotros tenemos ejemplos similares: la señora que empezó vendiendo tamales en su casa y hoy surte a oficinas y escuelas, o el joven que en su cochera armaba computadoras y ahora dirige un taller de mantenimiento tecnológico. El secreto no está en la magnitud del inicio, sino en la constancia y en la disciplina de aprender administración, operación y comercialización.
Acción concreta: Evalúa tu proyecto actual y pregúntate qué prácticas puedes mejorar. ¿Tus cuentas están claras? ¿Tu servicio postventa satisface al cliente? ¿Promueves tu producto en redes sociales? A veces un ajuste pequeño abre oportunidades grandes.
ACTITUD, LA DIFERENCIA ENTRE QUEDARSE ABAJO O VOLAR ALTO
La moraleja de El Jarrón Azul es sencilla: no importa dónde trabajes ni qué herramientas tengas; lo que marca la diferencia es tu actitud. Puedes seguir quejándote como un pato... o elevarte como un águila. En Cajeme he visto a emprendedores que, con pocos recursos, se capacitan en línea, participan en incubadoras de negocios y se apoyan mutuamente. Ese espíritu de aprendizaje permanente convierte obstáculos en oportunidades.
Si deseas, te comparto el libro en PDF, solicítalo por correo electrónico.
Acción concreta: Esta semana dedica al menos una hora a aprender algo nuevo relacionado con tu emprendimiento: desde marketing digital hasta técnicas de atención al cliente. Internet ofrece miles de recursos gratuitos y accesibles.
MINI-RETO DE LA SEMANA
Elige un obstáculo actual en tu negocio o trabajo y escribe tres maneras creativas de convertirlo en oportunidad.
Estamos por terminar una herramienta apoyada en la IA para apoyar el desarrollo de emprendedores. Te la comparto ahora que está en la etapa BETA, solicítala por correo electrónico.
El campo sonorense nos enseña que cada semilla necesita cuidado, paciencia y valor para crecer. Así también es el emprendimiento: exige esfuerzo, pero recompensa con frutos compartidos. En tu actitud está la diferencia: no es cuestión de herramientas, sino de visión, disciplina y corazón. Atrévete a sembrar tu historia con inteligencia y pasión.
NotasE@corporativoimpulso.com.mx