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Las Plumas

La cárcel

Uno tiene cortinas en la ventana para no distraerse, mientras el otro tiene barrotes que no quiere ver

Jesús Huerta Suárez

De los amigos que tengo, dos están presos; uno tras las rejas y el otro tras un escritorio. El que está tras las rejas, lo está por robar a la empresa en donde trabajaba, el otro, por robar el tiempo a la familia que un día formara. Los dos sufren de igual manera. Lo mismo que sus allegados.

El que está en la cárcel nunca tiene mucho que comer, pero sí muchos con quien compartir la mesa. El del escritorio tiene mucho que comer pero no con quien compartir su mesa. Ambos están solos; uno por que sus horarios nunca son compatibles con el de los suyos, y el otro, porque aunque quisieran los suyos siempre estar con él, los horarios de visita no se prestan.

La billetera de uno siempre está llena, pero sus brazos siempre están vacíos. En cambio, al que está tras las rejas siempre le falta el dinero y espacio para los compañeros de celda.

A uno, le falta tiempo para salir a divertirse con los amigos, pero el otro, aun teniendo todo el tiempo del mundo, no puede salir ni a la esquina.

Uno tiene cortinas en la ventana para no distraerse, mientras el otro tiene barrotes que no quiere ver. A uno, las flores le recuerdan a los muertos y a otro las flores lo harían sentir vivo.

Para uno, la noche es pura pérdida de tiempo y espera la mañana para correr a la oficina. Para el otro, la llegada de la noche le parece eterna porque sabe que con cada noche la salida de prisiónmás se acerca.

Uno no encuentra el momento para decir te quiero a quien debe y, el otro, no puede decirlo porque sabe que la cárcel no es un lugar para querer.

Para uno, el tiempo es dinero y para el otro es libertad el tiempo. Uno se apoya en Dios para encontrar fortaleza y el otro para que le cuide su riqueza. Para uno, dar, es sinónimo de subsistencia, para el otro es el camino a la pobreza.

Y, cuando se trata de la alegría, para uno, llega con la fiesta, mientras que para el otro, con la apuesta.

La esposa y los hijos son sólo un compromiso para quien vive dedicado a acumular fortuna, pero para quien vive tras las rejas, una esposa y unos hijos, son todo su capital.

Para quien vive en su oficina la música distrae, para el recluido, es un anticipo de la liberación.

Son cientos de cosas las que hacen diferentes a mis amigos, pero al final de cuentas todo es igual, pues ambos están recluidos.

“Esta noche alguien se escapará en algún lugar del pueblo, esta noche alguien se escapará de la cárcel así que no andes por ahí”: Thinn Lizzy

Jesushuerta3000@hotmail.com