El tema del momento dentro del marco de la política nacional es, sin duda, el zafarrancho protagonizado por un par de polemistas profesionales de la actividad pública. Hablamos, por supuesto, de los senadores Gerardo Fernández Noroña y Alejandro "Alito" Moreno, quienes, tras una serie de discusiones prácticamente desde que dio inicio la actual Legislatura, terminaron por llegar a los empujones, a lo que muchos denominaron como el "día más negro" dentro del ejercicio parlamentario mexicano, asegurando que dicho evento se convirtió en el alud de la política nacional, llegando a niveles nunca vistos e inaceptables.
Comenzaremos por dejar algo en claro: la violencia, en ninguna de sus modalidades, es algo justificable. Desde luego, sí tenemos claro que para dirimir las diferencias siempre hay muchas vías previas antes de llegar a lo físico. Empero, en un ambiente donde lo que se espera es justamente el debate y el contraste de las ideas, con temas tan importantes a discutir, donde las decisiones buenas o malas pueden impactar de manera directa la vida de miles o millones de personas, las diferencias pueden llegar a ser tan álgidas que este tipo de sucesos se hagan presentes.
Comencemos por compararnos con otros países, donde los parlamentos funcionan como cámaras colegiadas de toma de decisiones, las cuales se integran de manera plural, es decir, con miembros que cuentan con distintas formas de pensar para, al final, llegar a decisiones consensadas y debatidas, buscando siempre la mejor opción. Podemos ver ejemplos de países desarrollados donde este tipo de actos de debate que terminan en eventos de violencia física suceden con regularidad, como en Ucrania, país reconocido como de "primer mundo", donde los debates han llegado a los huevazos, sillazos y, en muchas ocasiones, a los golpes. Asimismo, países como Corea del Sur y Taiwán son reconocidos por sus frecuentes peleas entre miembros de su parlamento, quienes, al calor del debate, han dirimido sus diferencias con este tipo de trifulcas.
En el caso mexicano tampoco es nuevo este tipo de temas, como, por ejemplo: en 2006, durante la toma de protesta del presidente Felipe Calderón, o en 2023, cuando en medio de las discusiones por el INAI, el senador de Morena César Cravioto forcejeó y manoteó con los senadores del PAN por haber tomado la tribuna del Senado.
Como podemos observar, este tipo de conflictos al interior de las Cámaras no es nuevo y, por lo visto, no será el último, donde parlamentarios con distintas formas de pensar terminan por arreglar sus diferencias al punto físico, dejando las siguientes lecciones:
1 La política ha cambiado. Entender que este tipo de temas se vuelven relevantes y que las "funadas", como le llaman los jóvenes ahora a las apariciones explosivas en los medios y las redes, donde por medio de acciones controversiales y polémicas se posicionan temas y personajes, es la nueva moda en la comunicación.
2. Para los puristas de la política, lamento decirles que, de un lado y del otro, los legisladores más visibles y buscados en redes son Lilly Téllez y Fernández Noroña, quienes, para bien o para mal, son los únicos que logran posicionar temas que impacten a la ciudadanía más allá del círculo rojo.
3. La frase que a muchos molesta e irrita de la política, que dice: "los de arriba siempre se arreglan, los políticos son todos amigos", al menos en esta ocasión quedó demostrado que no encuadra en un ambiente en el que el líder de un partido de oposición y el presidente del Senado terminaron por llegar a los golpes de manera pública.
4. Por último, tachar a este acto de violencia como el fin de la política nacional y etiquetar a ambos legisladores como los agoreros del desastre es dramatizar un tema, cuando lo que de verdad debería escandalizarnos son los temas de corrupción y malos manejos que hay dentro de la política, a los cuales, muchas veces, terminamos por voltearnos a otro lado.
Sin duda, los tiempos han cambiado, y entenderlos como son nos ayuda a tomar mejores decisiones en búsqueda de políticos profesionales que le den a la actividad política la importancia que la posición amerita.
borbonmanuel@gmail.com